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Desde el gobierno de Alberto Fujimori a esta parte, la cobertura de lo político en la
Televisión ha cambiado en algo esencial: se calla menos. Pero eso no significa que la calidad de la cobertura periodística en ese tema esté asegurada, sobre todo en la señal abierta.
Duranteel gobierno de Fujimori hasta el año 2000, la cobertura de noticias en política por Televisión de señal abierta se caracterizó por la omisión del juicio crítico en los programas Especializados en el análisis. Los noticieros omitieron en la información del día a día los Gestos de la debilitada democracia, y las protestas que se agudizaron a finales del régimen no fueron vistas por la señal abierta.La decisión en la cobertura de lo político estuvo fundamentalmente determinada por la relación de los dueños de las estaciones de televisión
Con el poder de turno. Así, la televisión, uno de los “principales espacios públicos de contacto con la política” para la mayoría de peruanos, mostraba un “panorama de información uniforme y homogénea: aquella que Restaba en vez de sumar información”
Sóloun canal de televisión por cable: el Canal N, tuvo a la política como el principal ingrediente en su agenda informativa durante la caída del régimen fujimorista sobre todo desde la propalación del video que reveló la corrupción del régimen. Tendencia que la televisora mantuvo durante la etapa de transición y el posterior periodo de elecciones Generales el 2001.
Durante el gobierno de AlejandroToledo, los periodistas empiezan a preguntar más, como desembalsándose de toda esa carga contenida en 10 años de silencio. Vuelve la actitud fiscalizadora en los programas periodísticos de la televisión de señal abierta, cuyos dueños son procesados por la justicia. Esta vez, la agenda anticorrupción se amplía a los actos de los miembros del entorno del partido de gobierno En la cobertura del día adía de la televisión de señal abierta lo político se puso en primera línea, claro que sí, pero en muchas ocasiones más como espectáculo para reír, o demostrar el bajo nivel de preparación de las nuevas autoridades electas por entonces. Desde ese estilo la crítica no tuvo una función reparadora, sino más bien desesperanzadora para los ciudadanos peruanos, quienes poco creen ya en la democracia.Esta actitud de parte de los medios determinó también la importancia de lo político en las coberturas informativas como forma de medir la capacidad o “incapacidad” de respuesta del régimen frente a los reclamos sociales del momento. Así, ésta viró hacia el seguimiento de las protestas de numerosos grupos, que exigían atención a sus demandas en olvido.
La campaña electoral 2006 ocupó el espacio deinformación política en los primeros meses del año. La contienda electoral volvió a poner a prueba los criterios periodísticos de la televisión de señal abierta para la cobertura política. Aquí los programas de investigación dominicales eran los llamados a pasar de la anécdota al análisis, ¿cumplieron su función? Estos programas combinaron su opción preferente por determinado candidato coninformes de sus reporteros, que hasta cuando se los permitieron, intentaron mostrar otros lados de la personalidad y genio de los candidatos a la presidencia. La televisión, medio por el cual las mayorías en el Perú se informaron acerca de las elecciones, trató de equilibrar la difusión y el análisis serio de las propuestas gubernamentales. Pero en el balance pesaron los reportes de denuncias sobreel pasado, sobre todo de uno de los candidatos a la presidencia y las pugnas verbales entre éstos. A pesar de que tanto Ollanta Humala (UPP) como Alan García (APRA) registran en sus exceptivas historias acciones cuestionables. “Todo esto desembocó en una cobertura que terminó confundiendo al elector, y lo dejó con la sensación de que ya no podía confiar en ninguno de los candidatos” Pienso que...
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