Pudranse
Raíces históricas y respuesta
de los empresarios extranjeros
José Rivera Castro
El 18 de marzo de 1938, el embajador estadounidense,
Josephus Daniels, recibió en su estudio privado de la sede
diplomática en México, a un grupo de representantes de
la prensa mexicana y extranjera que le pidieron su opinión
en torno a la declaración del presidente Lázaro Cárdenassobre el decreto de expropiación de las empresas petroleras
norteamericanas y anglo-holandesas a quienes había acusado de una “conspiración” contra México1.
En ese discurso, Cárdenas había dejado claro que actuaba de acuerdo con la legislación constitucional del país2. La
“conspiración” tuvo su origen en la actitud persistente de
las compañías de oponerse a las leyes, ya que unos mesesantes la Suprema Corte de Justicia mexicana anunciaba
los resultados de la investigación de las Juntas de arbitraje
laborales, los cuales eran favorables a la concesión de aumentos salariales a los trabajadores.
Este ambiente de confrontación se dió después de una
larga lucha entre las compañías petroleras y el personal
empleado, la cual no había desembocado en acuerdos por
la intransigencia delos directivos de estas instancias empresariales que se negaban a satisfacer las demandas de los
obreros3.
El mismo embajador Daniels apuntó en su libro que
la decisión de expropiar el petróleo sorprendió a quienes
lo escucharon en México y a aquellos que se enteraron en
el exterior. Quedaron alarmadas las cancillerías de ambos
lados del Atlántico4. Luego del decreto cardenista emergió
unduro conflicto que se extendió hasta los últimos meses de
l94l, cuando finalmente llegaron a un acuerdo los gobiernos
estadounidense y mexicano. El documento expropiatorio
provocó una sacudida en el parlamento de la Gran Bretaña,
tiempo
cuyo gobierno poseía acciones en los negocios petroleros
de las empresas de esa nacionalidad, justamente situadas
entre las más poderosas del mundo. Señalótambién que
en algunos periódicos se publicaron columnas con titulares
escandalosos donde se calificaba a los mexicanos de “ladrones y bandidos”5.
Cuenta finalmente Daniels que en el escenario mundial
petrolero se desató “...una ira desenfrenada, exigiendo los
directores de la industria petrolera de los Estados Unidos
que el Tío Sam ´hiciera algo´ para obligar a que se devolvieran, sindemora a sus dueños, los bienes expropiados, o
bien... que se empleara la fuerza y se llegara hasta la guerra
con México...”6.
El objeto de nuestro trabajo es acercarnos a uno de los
acontecimientos más relevantes de la historia contemporánea de nuestro país, que tiene que ver con ese largo y
difícil conflicto mantenido por los sindicatos y el presidente
Cárdenas frente a los intereses de losempresarios de las compañías más relevantes del sector petrolero internacional.
Importancia de las empresas petroleras
Al comenzar el siglo XX los energéticos como el petróleo,
la electricidad y el carbón mineral, fueron explotados en
México por el capital extranjero. Muy pronto el petroleo
atrajo inversionistas. Después de la revolución armada
de 1917, en México aumentó el poder económico delas
empresas. Para 1937, éstas controlaban más del 95% de las
propiedades de la industria petrolera; la casi totalidad de
las compañías eran filiales o subsidiarias de los monopolios
extranjeros7.
LABeRiNto
fue el relativo a las concesiones de extensos territorios, a
lo cual se agregaba el alquiler forzado de tierras a costos
ridículos. No hay que olvidar la amplia historiografíaque
ha tratado el tema de los cuerpos represivos para dominar
los terrenos donde se ubicaron los yacimientos9.
Entre los principales grupos internacionales se encontraban:
l.- Royal Dutch Shell, que apareció como Compañía
Mexicana El Águila y que manejaba nueve filiales y cinco
subsidiarias; poseía el 60% de la producción de crudo en
1937, así como el 71% de la producción de refinados....
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