¿Puede Ser Libre Un Hombre En La Cárcel?

¿Puede ser libre un hombre en la cárcel?

“El hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en aquellos crueles estados de tensión psíquica y de indigencia física.” Viktor Frankl

Antes ya he hablado de la concepción hobbesiana de la libertad: se basa en la idea, más bien asequible, por así decirlo, de la “no-oposición”. La noción abarca una ampliagama de situaciones y de supuestos protagonistas. Con semejante definición, un gas que está encerrado en un bote encuentra una oposición (el mismo bote), con lo cual, dicho gas no es libre; por el contrario, cuando alguien abra el bote y el gas se pueda esparcir en el espacio circundante, empezará a ser libre ya que dejará de tener “oposición”; no sé si, apurando el razonamiento casi hasta elabsurdo, se podría discutir si la presión a la que se ve sometido el gas “encerrado” resultaría ser una especie de gradiente de su falta de libertad o si ésta es una cualidad absoluta (todo o nada), pero, en cualquier caso, hay algo que no acaba de funcionar en la definición de Hobbes. En el fondo, ¿tiene algún sentido real hablar de libertad en un gas, más allá del uso más o menos metafórico de laexpresión que puede hacer el lenguaje coloquial, dónde se dicen muchas otras cosas erróneas y no es necesario ponerse quisquilloso? Si recordamos que la palabra “gas”, proviene del griego kaos, aún podemos acentuar más el absurdo*: ¿podría acaso el caos ser libre?

A raíz de esta duda se presentan inevitablemente nuevas incógnitas: ¿cuándo tiene verdaderamente sentido hablar de libertad? ¿Podemosafirmar que un perro siente la libertad o somos nosotros los humanos, que sin duda sabemos apreciarla, los que damos por hecho que el animal tiene esa capacidad? O, dicho de otra forma e independientemente de las sensaciones, ¿podemos afirmar que un lobo es más libre que un perro? Una forma de justificar la afirmación de Hobbes quizás sería decir que hay dos clases de libertades: la mecánica ofísica y la sensitiva o sensorial. La primera, la mecánica, sería la que se produce con el gas aunque el gas no tenga conciencia de ella, y también sería la que goza –si así puede decirse- el lobo, aunque sea más difícil saber si lo hace conscientemente (en cualquier caso, sí parece notar de alguna manera esa libertad). La segunda, la libertad sensitiva, sería la percepción de la sensación delibertad, la libertad verdadera y espiritual que sólo pertenece plenamente a los seres humanos, aunque es posible que algunos animales la puedan experimentar hasta cierto punto.

Llegado aquí afirmo que no cabe duda de que no se puede hablar de libertad cuando quien la protagoniza no tiene la posibilidad de concebirla; dejo para más adelante si los animales, o por lo menos algún animal (claro está queno se puede tratar del mismo modo el comportamiento de un chimpancé y el de una mosca) tienen esa virtud, y me centraré en los humanos, dando por hecho que sí que poseen el don de la conciencia de su libertad (o de su falta de ella). Y hay que añadir más complejidad a dicha conciencia al recordar que está condicionada por la subjetividad y la diferencia de psiques entre los distintos individuosque componen el género humano, así como por el contraste de culturas y la diversidad de sus sociedades, con sus respectivas costumbres, tabúes, adaptaciones y potenciales, resultados de historias distintas, pero no fácilmente substituibles.

Aclarado este pequeño recordatorio*, vuelvo a la “no-oposición” de Hobbes, a la restricción de la capacidad de “movimiento” (en un sentido amplio), que,aunque parezca una afirmación muy simple, genera una gran cantidad de dudas. ¿Tiene sentido decir que hay una “oposición” definitiva y para todos? ¿Un hombre enfermo o un hombre encarcelado no pueden ser libres ya que se enfrentan a “oposiciones” evidentes a sus hipotéticas capacidades de movimiento (es decir, de elección)? Si fuese así, estaríamos hablando de los hombres como lo hacíamos de un...