Puente Tacoma
El sorprendente sucedido que experimentó este puente, el 7 de noviembre de 1940, se suele poner en los centros de enseñanza, como visual ejemplo paradigmático de la resonanciamecánica.Un fenómeno frecuente en la vida de todos nosotros y que a la gran mayoría le resulta familiar, si bien no todos comprenden cómo se llega a producir.Montado sobre el rio Narrows y construido durantela década de los treinta, con sus 1600 m de longitud y sólo dos carriles, fue uno de los puentes colgantes más importantes de su época.
Inaugurado el 1 julio de 1940, por tamaño pasó a ocupar eltercer lugar del mundo. Sólo era superado por el puente de Washington de Nueva York y el Golden Gate, sobre San Francisco.Pero lo que es por notoriedad, ahí, casi de inmediato, pasó a ocupar el primerpuesto. Y además para siempre.
Desde que fue abierto al tráfico, el puente demostró que no era como los demás. Se deformaba, ondulándose de un extremo a otro, al paso de los automóviles. Una cosa nuncavista en un puente.Experimentaba un movimiento ondulatorio longitudinal que se mantenía y aumentaba, debido a que las vibraciones de los propios vehículos, provocaban un efecto de resonancia mecánicacapaz de amplificarlo.
A la gente, que está a la que salta, le faltó tiempo, primero, para ponerle un mote, lo llamó 'Galloping Gertie' (Gertrudis galopante).
Y después para convertirlo en unaatracción turística, ya que la experiencia de cruzarlo, andando o en automóvil, se parecía a la de subirse a una montaña rusa. Algo muy divertido.
Como la resonancia era longitudinal, el puente sedeformaba en esa dirección con la calzada subiendo y bajando en rítmicas, suaves y divertidas ondulaciones.
De modo que cuando lo atravesaban los conductores, veían a los vehículos que tenían delante, o alos que le venían de frente, desaparecer y aparecer ante sus ojos en sincronizadas y, todavía, suaves oleadas.
Bueno, para casi todos. A los ingenieros que lo construyeron maldita la gracia que les...
Regístrate para leer el documento completo.