Puertas Abiertas.

Ya en sus últimas etapas, cuando el cuerpo no respondía a los tratamientos que se daban con esperanza, la joven mujer de veintisiete años supo que no quedaba más remedio que aceptar su juicio ante la muerte. Era triste, tenía más tareas en la vida y ninguna había completado. El cáncer había consumido gran porcentaje de su cabeza; era un tumor maligno que no tenía vuelta atrás.

Profesorade Básica, Trisha, excelente docente en su ámbito, no podía aguantar la sensación de irse así sin más. Necesitaba la buena mano de una madre amiga, una mujer a la cual contarle su trágico secreto. Pero primero estaba su esposo, Emilio, hombre afanado en dar a ella una buena vida, el que debía saber toda la verdad. Caminó casi tres horas por la calles de Valparaíso donde encontró una tienda demascotas y compró un gato que parecía,graciosamente en sus colores, una vaca. Cuando entró a la casa, lo primero que hizo fue darle un beso y mostrar el gato que había comprado; era para él.

La hora de clase partía a las ocho treinta de la mañana. Los alumnos habían llegado sin falta y se sacaban sus ropas para colocarse el delantal blanco o café. La profesora Trisha les explicó elprocedimiento a seguir respecto al proyecto de ciencia.

- Recuerden, deben seguir cuidando el proyecto. Queremos ver resultados la próxima semana. Les aseguro que haremos un gran espectáculo dentro del colegio.
- ¿Pero si no resulta? Mi proyecto no le veo mucho avance. Se suponía que la planta debía crecer unos siete a nueve centímetros por semana, pero se está cayendo o no avanza.
- No tepreocupes, tal vez debemos agregar un poco más de agua o cambiar la tierra, pero verás que funcionará.

El curso era de tan solo nueve alumnos. El colegio pertenecía a una población muy trastocada de Valparaíso, por lo cual difícilmente se podían hacer clases normales a jóvenes.

Nueve alumnos de un séptimo básico que recién estaba efectuando su primer proyecto de ciencias. Unos lohabían hecho sobre matemáticas y los sobrantes en Biología. Algunos proyectos eran tan sencillos como mostrar una planta en crecimiento, pero a los ojos de un niño que nunca había hecho tal cosa, era un verdadero descubrimiento científico. La profesora contemplaba largas horas cómo los niños preparaban aquellos simples ingredientes como el agua, tierra de hoja o maceteros hechos a mano. Otros chicosquerían demostrar mediante operaciones más complejas el resultado de un problema matemático. Ya estaban todos a mitad de camino, faltaban sólo dos semanas para la gran presentación.

- ¡Diego, lo digo por última vez! No tires los lápices a tu hermano. Déjalo tranquilo.
- Pero profesora, el empezó, él fue quien me tiró el lápiz primero.
- Ya lo sé, pero no debes pagar con lamisma moneda.
- El empezó, el lo tiró primero.
- Pero él es tu hermano, Diego, y eres más grande que él. Deberías cuidarlo y enseñarle.
- ¡Me molesta mucho! No lo soporto. Siempre que estamos en la casa me molesta y no me deja ver tele. ¿Por qué debería cuidarlo?
- Porque eres su único hermano. Eres la única cosa a la cual puede molestar y lanzar lápices. ¿Nos ves cuánnecesario eres para él? Si no estuvieras a su lado, él no tendría con quién divertirse y viceversa.

Así entendió el pequeño Diego que la profesora lo trataba de ayudar, y siguió con su proyecto de ciencias. Cuando la joven Trisha llegó a la casa, su esposo estaba sentado en el sillón del living pensando con su rostro deteriorado y quejumbroso.

- No lo puedo aceptar Trisha. ¿Por qué? ¿Porqué a nosotros? Cómo…
- No lo pienses así querido. Aceptarlo no será facil. Nadie controla el camino, sólo tomamos decisiones que no cambian lo inevitable.
- ¿Cómo viviré sin tenerte? ¿Acaso algún remedio existe para lo que sentiré? Imagina el dolor en estos momentos ¿Cómo será cuando ya no estés?
- Tal vez puedas seguir con mi curso. Eres un buen profesor. Creo que lograrás...