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Oviedo es así, una ciudad con una memoria colectiva rural que anula cualquier desinterés urbanita tan atribuible a las urbes del siglo XXI. Tanto es así, que hasta los quinquis de barrio se ganan unhueco en el acervo patrimonial de la ciudad y terminan uniendo a las personas con el recuerdo de correrías adolescentes en los rincones más diversos del casco urbano.
Hoy por hoy, la globalización eInternet parecen armas fabricadas para eliminar eso precisamente y enarbolar el anonimato como bandera, pero solo lo parecen, porque en realidad realzan más esa memoria común que hace de las ciudadespueblos con historia. Ese es el caso de Facebook, en cuyas páginas prolifera un foro bajo el epígrafe A mí también me dio el palo El Yesus . El espacio recoge experiencias que marcaron a la generaciónque empezó a salir de copas o a la calle en los años 90 y a los que este, ya personaje histórico de la ciudad, les pidió dinero alguna vez. Casi 80 miembros cuentan cómo vivían aquellas situaciones,si bien los años y el recuerdo dulcifican bastante los relatos de unos hechos que, en su día, no debían ser ni la mitad de simpáticos de lo que hoy leyéndolo parecen.
"Yo iba todo ilusionado a loscoches de choque en el parque de Invierno, cuando El Yesus saltó desde detrás de una esquina y me lo quitó todo, llevaba toda la semana esperando para ir a las atracciones, caminaba junto a un amigo contoda la ilusión del mundo y acabó con nosotros. Casi 20 años después aún recuerdo ese día", relata una de las víctimas mientras otra recuerda que: "Estaba en San Mateo con la pandilla y bajando de LaGesta al Rosal se cruzó con nosotros y realizó una recaudación en toda regla. A uno se le cayó una moneda de los nervios, El Yesus se metió bajo un coche a cogerla y aprovechamos para escapar". Dosanécdotas de sendas víctimas que no están en Facebook, ya que no todos los que lo conocieron se dan cita en dicho foro, donde si se cuenta, por ejemplo, que los lugares favoritos de este atracador...