Pupurii

DESTINO

Fernando Navarro

PRIMERA PARTE

¿Qué es el destino? Una pregunta que ha atacado a grandes pensadores y gente común a lo largo del tiempo, ¿por qué el destino existe? O más bien, ¿existe el destino? No. El destino no existe, es simplemente el conjunto de nuestros actos lo que nos lleva a lo que hacemos, a soñar, a explotar, a amar, a vivir.
La vida es corta y muy pocos seatreven a vivirla, muy pocos se ponen los pantalones y salen a la calle a hacer las cosas que en serio los hacen sentir vivos, muy pocos conocen esa cosa que los hace sentir vivos, pero los que lo logran encuentran la paz interior en sus vidas, encuentran un escape de la malvada realidad en la que están viviendo, en la que nadie quiere entrar, y otros pocos ya lo encontraron y no lo aprovechan,mientras que otros pocos, lo encontraron y lo están disfrutando, en pocas palabras, están viviendo.
Algunos consideran al trabajo, otros a la familia, algunos otros a los amigos, otros a la pasión por algo en general, otros al amor…Pero si lo miramos fijamente, todo esto se conjunta, sin trabajo, sin familia, sin amigos y sin pasión, no tendremos amor.

Día 1

Me encontraba sentado enuna pequeña silla adornada en el “Salón Luna”, los grandes caballeros y las más bellas damas de Madrid y buena parte de España estaban aquí con sus más finos trajes y vestidos, bailaban al compás de una música suave y todos tenían una enorme sonrisa en sus rostros, todos excepto yo, estaba sentado, pero no por cansancio, no había bailado una sola vez en toda la noche, simplemente no me sentíacon ánimos, todo me recordaba a ella, cada simple detalle me daba una descripción perfecta, mis recuerdos afloraban y me daban un latigazo en la espalda. Yo era una persona muy dura, daba una impresión de fiereza a simple vista y muy de vez en cuando, también por dentro. Mi mirada vagaba de un lado a otro recordando, solo a esos ojos café y a su piel morena un poco dorada, ese largo y sedosocabello castaño, siempre sin algún arreglo en especial, pero siempre brillando, también comencé a recordar lo sucedido, el como la perdí por mis errores inexplicables, las cosas que no hice y que jamás podré hacer.
Súbitamente, me sacaron de mis cavilaciones, muchos aplausos comenzaron a escucharse por todo el lujoso salón, en el estrado aparecieron los altos mandatarios que organizaban elbaile, agradecieron la asistencia y acto seguido, invitaron a todos los asistentes a cenar pollo y una deliciosa ensalada. Tomé dos porciones de ensalada, ya que soy vegetariano, la música se tornó un poco relajada y todos los finísimos hombres madrileños, valencianos, sevillanos y de todos los demás lugares del país atacaban a los camareros por un trozo de pollo, las damas simplemente impacientabanen silencio para evitar una gran vergüenza que nadie aceptaría.
Yo por mi parte, me senté en la mesa que venía marcada en mi invitación, 24, ahí mismo habían más arquitectos, la mayoría, como alcancé a escuchar, venían de Valladolid y el pueblo de Miranda de Ebro. Entonces recordé que no venía solo, o más bien, me di cuenta que no saldría solo, a un lado de mí se sentó una mujer de Madrid,hermosa, llevaba un vestido rojo, pero no un rojo chillante como varias doncellas del baile, sino un rojo muy cercano al tinto, era de corta estatura, morena de cabello negro, no muy largo, brillante y con un bellísimo olor, unos ojos café que penetraban tu alma con solo mirarlos y una sonrisa cautivadora. Me olvidé de todo y me dediqué a estar con ella, o por lo menos, eso intenté.
Tratéde hablar un poco con ella, pero parecía tímida, no me dijo su nombre pero me contó que se había graduado en arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, justo como yo, pero ella resultó ser tres años menor, además es un campus muy grande en donde jamás la habría reconocido, hablamos sobre la vida escolar, maestros, amigos, conocidos, que resultaron ser muchos en común, hablamos sobre...