Pye Educacion

PERSONA y Educación

Educación:
humanismo y barbarie
Miguel Jarquín1
“¿De qué sirve la educación humanista si en
un momento cítrico la vida nacional nos traba y nos
limita?” (Gandhi)
Una de las inquietudes que ronda en mi vida
profesional y casi diría que desde la época de mis estudios de Normal es: ¡qué significa el humanismo en
la educación? Me ha tocado oír mucho de reformas
educativas, deactualización pedagógica, de nuevas
formas de programar como la planeación por objetivos... y hoy, de modernización, y recientemente
de planeación por competencias, de una didáctica
constructivista y de tutorías. Me pregunto: ¿hacia
dónde vamos, realmente? ¿Qué hay oculto detrás de
tanta idea política de batalla? ¿Es verdad que hay un
ideario de reconstrucción nacional educativa o será
una nuevafarsa para imponer criterios previamente
establecidos? Considero que ahora, más que nunca,
cobra relevancia mi viejo planteamiento: ¿cuál es el
sentido de la Educación?

1. Un recuerdo
Hola Nacho:
Aprovecho la quietud de la madrugada para
escribirte. Los brazos del reloj arrastran el tiempo
en la cruz de su carátula acercándose al cuarto para
las tres de la mañana. La luna vacila retenida en medio dela respiración fétida y negruzca de las fábricas de Tlalnepantla.
Ha pasado algún tiempo desde que dejamos
de vernos. Sin embargo, desde el interior del mugrero de la casa donde vivo, te recuerdo constantemente. Pensé no dejar un día más, abandonado al olvido

1
Doctor en Psicología. Director del Centro de
Estrategias para el Desarrollo (Guadalajara, México).
Promotor del enfoqueexistencial-personalista. (Ver
más en nuestro link de Autores).

y hacerme presente en tu vida provinciana en esa
hermosa ciudad de Querétaro que palpita todos los
días en el corazón de mis recuerdos.
Conseguí una chamba en una empresa que
trabaja la madera. Al iniciar. Me sentí muy contento.
Reviví nuestro taller de carpintería en la escuela. Ya
me hacía diseñando muebles y artefactos. Mis manos acariciabansuavemente la madera con sus vetas
por donde corría la sangre y crispaban los nervios
saltando en pequeñas astillas, como filamentos de
luz que se desprendían del cuerpo recién pulido de
la madera.
Muy pronto caí en cuenta de mi error. Yo era
una parte minúscula de la gran maquinaria productiva del sistema. No tenía derecho a pensar, a crear, a
ser yo. Era un apéndice del instrumental. Me siento
untornillo atorado en su lugar, preciso y cumpliendo eficazmente con mi función. Desde hace algún
tiempo, ya no soy yo. Experimento un sentimiento
de..., mmm, no sé exactamente cómo describirlo..., es
algo así como una sensación de frío que sube desde
mis pies, entra por las manos..., mmm, es como si un
poder externo me manejara y me obligara a seguir la
faena. Ya no puedo más.
Me inscribí en unaescuela nocturna para terminar la “Prepa”. ¡Qué mundo! No tiene pies, ni cabeza. Cada maestro jala por su lado. Nos dejan tareas
‘sin ton ni son’. Todo es un gran desbarajuste. No
importa. He de seguir. Necesito ese maldito papel
para entrar a la Universidad. No pienso seguir en esa
cochina fábrica convertido en una tuerca. Para eso
requiero el papel. De nada sirve saber. Basta tener el
papelito.Somos una sociedad de papeles que disfraza y encubre la ignorancia.
Si vieras qué maestros tengo. ¡Caray! Con
eso del sindicato, no hay día que no falten. Hoy
porque están comisionados, otro día porque tienen junta, luego que por permiso económico...,
total que hay algunos que ni los conozco. Otros,
con las técnicas de grupo, haz de saber que nos reparten los temas del programa y nosotros damos
loscontenidos. Ellos nada más vienen a ver el circo. Y luego, curiosamente, hay unos maestros que
vienen a leernos los objetivos o las competencias
y cuando terminan, ya es hora de acabar. Total que
esta educación de adultos es pura movilización social. Además; te tratan como niño grandote en una
primaria con nombre de Prepa: te pasan lista, te

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