¿Qué Es El Espíritu Santo?

“Y EN EL ESPÍRITU SANTO QUE
VIVE EN LA IGLESIA”

¿Qué ha ocurrido y qué sigue ocurriendo ahora que Jesús ha acabado su peregrinación terrena y ha ascendido de nuevo a la gloria de su Padre? ¿Qué ha dejado tras de sí para la salvación del mundo? Había prometido enviar al Espíritu, que es el Padre y el suyo. De hecho lo envió de manera espectacular el día de pentecostés (He 2, 1-13). Aquel díavio la luz la Iglesia, cuyos fundamentos él había puesto durante su vida y mediante su testimonio de su muerte y resurrección. Por lo tanto, hablar del Espíritu Santo es también hablar de la Iglesia. Porque Iglesia somos todos los que nos llamamos cristianos y profesamos una misma fe y credo.
Pero vamos en partes. Primero hablaremos de la misteriosa persona del Espíritu mismo, más misteriosatodavía, sin duda, para nosotros que la del Padre y la del Hijo. En un segundo momento nos volveremos hacia la Iglesia misma. La Iglesia es un tema difícil, porque son muchos en nuestro mundo los que piensan o dicen: Jesucristo, sí; la Iglesia, no. La Iglesia, en efecto, es una paradoja viviente: está fundada en la santidad de Dios, es la administradora de sus dones, pero está confiada al mismotiempo a hombres pecadores. Por eso puede dar un testimonio para bien o para mal. Pero la Iglesia es también un misterio que hay que reconocer como tal. La Iglesia promete la salvación a sus fieles. Pero
¿qué de decir de la salvación de “los otros”, de los que nunca han pertenecido a ella, de los que hoy no pertenecen a ella y de los que pertenecen a ella jamás? Se trata sin duda de un problemaformidable.

¿Quién es el Espíritu Santo?

Si Dios Padre y Jesús, el Cristo, su Hijo, son misteriosos, el Espíritu Santo, por su parte, es verdaderamente enigmático. Las imágenes bíblicas que nos lo presentan proceden del orden de la naturaleza o del mundo animal: el agua, el fuego, el viento, el aliento vital, la paloma… Con el Espíritu no podemos ponernos “frente a frente”, como con el Padre yel Hijo. Esta dificultad tiene sus raíces en los testimonios de la Escritura y de la tradición eclesial. Interrogaremos en primero lugar al testimonio bíblico, en particular el del Nuevo Testamento; luego repasaremos las dificultades planteadas en el seno de la Iglesia a propósito de la divinidad y el origen del Espíritu; y, por último, trataremos de determinar la identidad original o la“definición” de su persona.

1. El Espíritu Santo en la Biblia

¿Es el Espíritu Santo un sujeto en el Nuevo Testamento?
En los evangelios sinópticos se habla de él como del poder de Dios, que se posa sobre Jesús y permanece en él. En los Hechos de los Apóstoles aparece también como una fuerza divina que cae sobre los discípulos y paganos de manera súbita, como caía en los profetas del AntiguoTestamento. El Espíritu aparece en Lucas como principio activo más que como una persona propiamente dicha. Pero ¿qué hay que concluir de esto? ¿No hay el peligro en decir que el Espíritu es sólo una fuerza divina? Ciertamente se tiene que tener mucho cuidado en esto. Pero los términos de Padre e Hijo son eminentemente “personales” puesto que se basan en la metáfora de una relación familiar “personalizante”.Por eso el hecho de que el Espíritu sea un nombre divino, radicalmente asocia a los otros dos, constituye una presunción de que es también sujeto como ellos.
En cualquier caso, tenemos los testimonios de Pablo y de Juan que atribuyen al Espíritu el carácter de sujeto (Gal. 4,6; Rom. 8,15; 1Cor. 12,11; 2Cor. 3,17). En Juan se pone más claro el aspecto de sujeto del Espíritu (Jn 14,16).
Por lotanto, concluimos que el Espíritu es un sujeto y, sin embargo, no lo es a la manera del Padre y del Hijo. Es inefable y no se deja aprehender.

Un sujeto paradójico
El Espíritu es inefable y no se deja aprehender en cuanto que no tiene rostro y no habla. El Padre tiene un rostro que el hombre no puede ver sin morir, ciertamente, pero que el Hijo ha revelado. Ahora bien, la dificultad...