¿QUÉ ES EL HOMBRE? Martin Buber

 ¿QUÉ ES EL HOMBRE? DE MARTÍN BUBER.
Martin Buber nos ofrecerá en su libro un ligero pero no menos profundo viaje por el pensamiento del hombre en cuanto este se ha edificado constructo –frágil o firme— frente a la interrogante sobre qué es el hombre. Buber no solo se contentará con un repaso a lo largo de la historia donde se expondrán distintas repuestas a veces de edificaciones desistemas, sino que de igual manera propugnará su propia tesis a tal tamaña y espinuda interrogante antropológica.
Hombres enterizos no trozos de naturaleza.
Lo primero que desarrolla Buber es definir ¿qué es verdaderamente una antropología filosófica? Para ello se remontará a su génesis kantiana, no es que antes el hombre no se lo preguntará, pero es con Kant con quien se hará un intento formal deantropología filosófica aunque esta no nos ofrecerá nada parecido a lo que exige una antropología filosófica1. Lo que es rescatable de Kant será la redirección de las interrogantes de las distintas disciplinas: ¿Qué puedo saber? (metafísica) ¿Qué debo hacer? (moral) ¿Qué me cabe esperar? (religión) A una cuarta ¿qué es el hombre? Ya que en esta estarían implícitas las tres primeras interrogantesdándonos una visión holística, que es lo que se busca a través de una antropología filosófica. Aunque debemos decir, que hay quienes preferirán como Heidegger hablar de esta como una cuestión más bien metafísica, ya que al preguntarse ¿qué es el hombre? Se estaría preguntando por su esencia, naturaleza o quididad, por lo tanto, es más lógico hablar de una ontología fundamental2. Pero este intentoheiggeriano estaría nuevamente reduciendo al hombre a un “trozo de la naturaleza objetivada”3 producto de la propia disciplina filosófica “que asienta sus propios fundamentos y elabora sus propios métodos”4 excluyendo al hombre enterizo, en palabras de Buber: “Una antropología filosófica legítima tiene que saber que no solo existe un género humano sino también pueblos, nos solo el alma humana sinotambién tipos y caracteres, no solo una vida humana sino edades de la vida; solo abarcando sistemáticamente estas y las demás diferencias, sólo conociendo la dinámica que rige dentro de cada particularidad y entre ellas, y solo mostrando la presencia de lo uno en lo vario, podrá tener ante sus ojos la totalidad del hombre.5
¿Quién es el más óptimo para tal empresa?
Malebranche ya nos hace entrever lo desalentador que ha significado bucear en las profundidades del mismo hombre, ya que no es un simple mirar desde las espaldas observando lo que se nos muestra desde afuera, lo más evidente y cuantificable como lo hace un psicólogo, sino un mirar desde adentro en tarea autorreflexiva, de adentramiento dejando en el tendedero previos presupuestos que tenga que ver con nuestrasubjetividad, aunque sin por ello dejar de estar presentes, ser conscientes6. El ideal dirá Buber es el hombre que se siente solitario, se ve como problema haciéndose “cuestión de sí mismo”7 estos serán por ejemplo un San Agustín, un Pascal y un Kierkegaard.
El periplo errante del hombre entre mansiones e intemperies.
En esta búsqueda de respuestas el hombre se ha visto gozar de seguridad por creer haberlaencontrado y de la más desoladora angustia por el haberse quedado sin morada alguna. Este continuo devenir será la constante hasta nuestros días. Un Aristóteles o un Santo Tomás de Aquino dirá Buber solo miraran desde afuera como espectadores que construyen una seguridad vacía de sentido, por la sencilla razón de no haber padecido la problemática de un corazón inquieto y angustiado como el de unSan Agustín o de un Pascal que viven una experiencia de desazón siendo empujados a construir de lo más profundo de su ser las respuestas que den consuelo y seguridad al hombre; tal predisposición es imprescindible para fundamentar una antropología, ya que son estos hombres quienes experimentaran el desmoronamiento de una seguridad que se hacía tan evidente para su épocas8.
El hombre sin...