que comemos
Así, desde las primeras páginas Rius advierte que nos entrega un libro de denuncia enfiladocontra los mercachifles de la industria alimenticia, porque cada día que pasa nos envenenan más; por ello, el famoso caricaturista se propone alertar sobre lo peligroso que se ha vuelto comer: no sóloes un peligro comer en la calle. También no sólo está resultando peligroso hacerlo en los malos restaurantes y en los buenos también, sino que, en el colmo de las desgracias, hasta comer en casa es yaun peligro.
Con información proporcionada por Greenpeace, tomada de revistas como la Guía del Consumidor y Natura o de enciclopedias como la Columbia de Nutrición, consultada en libros como Comerpuede ser peligroso, de Erwin Moller o de plano bajada de la Santa Madre Internet, Rius recurre a su característica mezcla de viñetas, dibujos y collages, para ofrecer datos de gran utilidad. Cuando se inventó la comida enlatada todo empezó a echarse a perder, dicho sea con perdón de la lógica, sostiene Rius. Con el avance tecnológico del enlatado se dio pie a la industrialización de losalimentos, pero se presentó un nuevo problema a resolver: qué añadirle a la lata para que no se echara a perder los contenidos y esos añadidos son justamente los llamados aditivos.
A partir de estaintroducción, el caricaturista desglosa los disintos tipos de aditivos -antioxidantes, emulsificantes, estabiilzantes, colorantes, espesadores, blanqueadores, edulcorantes, maduradores, separadores,...
Regístrate para leer el documento completo.