¿Que es el hombre?
¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo?
partir del hombre y de los hombres
Es costumbre, cuando se abordan cuestiones de fe y de religión, hablar inmediatamente de Dios, probar su existencia, etc. Hoy ya no podemos seguir así, porque la palabra «Dios» no es evidente por sí misma. Estamos todos penetrados por una mentalidad ambiente que supone un ateísmo práctico. Ciertos ateísmos pretendenjustificarse por medio de la razón o de una ideología; pero en muchos casos, se trata de una actitud concreta que se reduce a esto: «De Dios no puedo decir nada, no puedo saber nada, se discute sobre su existencia desde hace siglos; hay personas muy inteligentes que han creído en él y que siguen creyendo; y hay otras, no menos inteligentes, que no creen. ¿Cómo puedo yo, que no tengo su inteligencia,meterme a juez de ellos? De todas formas, si Dios existe, ¿puede interesarse por el mundo, por nosotros, por mí? Si Dios existe, ¿cómo puede tolerar la inmensidad del mal y del sufrimiento que se abate sobre la humanidad? ¿Seria acaso un Dios “neroniano”, al estilo del emperador Nerón, del que se dice que prendió fuego a Roma y miraba fascinado, desde el observatorio de su palacio, cómo ardía laciudad?».
La respuesta será entonces, bien un rechazo formal y decidido, bien una confesión de ignorancia que no busca ir más allá. Esta confesión de ignorancia se llama «agnosticismo», y puede encontrarse en personalidades eminentes que tienen el sentido de la dimensión espiritual del hombre. Por no poner más que un ejemplo, André Malraux, marcado interiormente por la cuestión religiosa, capaz decomentar el Evangelio de san Juan de manera maravilla, se confesaba agnóstico, e decir, incapaz de pronunciarse acta de la existencia o inexistencia de Dios.
Por respeto a nombre de Dios, no lo pronunciemos demasiado deprisa. Sobretodo, no lo manchemos. Preguntémonos más bien por nosotros mismos. Es en nosotros donde tenemos que buscarla huella de Dios. Si no la encontráramos en nosotros, nadanos permitiría hablar de él.
El ser humano es un sujeto personal
Tenemos que entrar pues en un análisis un poco más preciso del «fenómeno» paradójico y del curioso animal que somos. En lo que sigue, el lector es invitado a no contentarse con leer, sino a volverse a la experiencia corriente que tiene de sí mismo y verificar, por comparación, si lo que se le propone corresponde o no con esaexperiencia.
Nosotros pertenecemos al mundo físico y biológico del universo: es una evidencia. Estamos hechos de los mismos átomos que todos los demás seres, del mismo tipo de componentes biológicos y de células que todos los demás animales.
Sin embargo, nos diferenciamos de ellos por la conciencia de nuestra propia existencia, de nuestro YO, por nuestras posibilidades de razonamiento, por nuestracapacidad para proyectamos hacia el futuro, y por otros muchos aspectos. Por otra parte, los animales pueden sentir que van a morir, pero no piensan en la muerte en cuanto tal. Nosotros en cambio sabemos «desde siempre» que tenemos que morir, y eso lo cambia todo. Porque la muerte nos plantea la cuestión de nuestro destino y del sentido de nuestra vida. «El hombre no es más que una caña – escribeBlaise Pascal –, la más débil de la naturaleza, pero una caña pensante». Esa caña pensante es también un «monstruo de inquietud». No sólo pensamos, sino que nos sentimos también responsables de nosotros mismos y angustiados por el tremendo problema de acertar en nuestra vida.
Somos también los únicos que podemos construir un lenguaje elaborado y «abstracto» a partir de las cosas que vemos yoímos, dejemos de lado aquí las investigaciones, muy interesantes por lo demás, sobre el lenguaje de las abejas o de otros animales, ya que no se trata de la misma cosa.
Podemos, en fin, actuar sobre la naturaleza para transformarla. Colectivamente, somos portadores de un progreso científico y técnico cuyo ritmo se acelera siglo tras siglo. Sabemos también que este progreso puede conducirnos tanto a...
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