que esta haciendo internet con nuestra mente
El autor comienza señalando los “peligros”, o riesgos de reconfiguración al menos, que puede suponer para la memoria y el saber humanos, de nuevo entérminos tanto individuales como colectivos, de sociedad y de especie incluso, el cambio que de neurotransmisores a silicio estamos autoperpetrándonos. O lo que es lo mismo, de memoria interna pormemoria externa custodiada por dispositivos cuyo funcionamiento se nos escapa al común de los mortales. Un dilema que, como el propio autor señala, viene de lejos, al incrustarse en el pensamientooccidental ya con Sócrates, quien se quejaba de lo frágil y degradado que llegaría a ser el fruto de los pensadores con la llegada de la “memoria externa” de la escritura, antepuesta a la memoria internaque imponía la cultura oral.
En ese sentido, las páginas del libro cabalgan en todo momento entre lo apocalíptico y el
optimismo, pero siempre con cautela tanto una cosa como la otra. Lo quesí parece quedar constatado, apoyado por las tesis neurocientíficas que avalan la enorme plasticidad del cerebro humano, es la fuerza determinante que para dicha plasticidad ha tenido siempre, yseguirá teniendo, las tecnologías de comunicación que se vaya otorgando la especie humana, tecnologías de comunicación que implicarán por siempre cambios en los modelos de expresar, de intercambiar, y deconstruir el pensamiento humano, en definitiva.
El libro bosqueja colateralmente temas de enorme interés para la argumentación principal, como cuando apunta la posible accidentalidad del libro comofenómeno de transmisión y fijación del conocimiento humano. O la vuelta a la naturaleza cazadora-recolectora, en términos de contenidos e información y no de alimento, obviamente, frente a laevolutivamente posterior cultivadora. O cuando, en la misma línea, alerta de la
“descuartización” del conocimiento, al cometerse de manera constante una regresión a una masa de datos no siempre lo...
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