que quiso decir con eso

UBROS INFANTILES Y JUVENILES

Siglo XX
Siglo XX pretende rescatar textos que nos parecen valiosos y que pertenecen
a un pasado no tan lejano,
Porque muchas cosas ya han sido dichas y volver la mirada hacia ellas es

una

manera de reconocer su actualidad y homenajear a sus creadores,
intelectuales inconformistas con su tiempo, que supieron mirar más allá de
las caducas ideas del momento,

¿Quéquiso decir con este cuento?

"Y usted ¿qué quiso decir con este cuento?"

texto, a un "argumento", a un ''tema'', a un "mensa­

Me han hecho esa pregunta cientos de veces, adul­

je" o, en las formas más obvias, a una "moraleja".

tos y también niños. Nunca me pareció una pregunta

"Y usted ¿qué quiso decir con este cuento?"

trivial. Parece inge
, nua,

Por lo general me defiendo y defiendo mitexto

encierra toda una manera de ver la literatura y con­

diciendo algo así como: "Bueno, lo que yo quise

densa 10 que yo, en mi poética domésti­

decir con ese cuento fue.. , ese cuento,

ca, de entrecasa, llamarla "pisar

' l'

justamente, así como es, con todas

.

el palito".
¿Cuál es la distancia entre lo

",

\

"

,

sus palabras". (A diferencia del
�

Principito, no estoy tan segura

que"quiso decir" el escritor y

de que lo esencial sea invisible a

lo que en realidad dijo? ¿Nos

los ojos.) "Ahí está el texto,

ocupamos de lo que dijo o de

digo, léanlo, ésa es la carne a

lo que "quiso decir"? ¿Dónde

la que hay que hincarle el

tiene su domicilio la lite­
ratura? ¿De qué trata el

diente",
Pero el que pre­

• ,

trabajo de escribir? ¿De

gunta por lo general

qué trata eltrabajo de

no se convence. Toda una

leer?

tradición escolar lo ha ido

Trata de un texto, sin

conduciendo a ese reduccionis­

duda.

mo. ¿Quién no tuvo que pesquisar

Los niños pequeños a los

un "mensaje"? ¿O caracterizar

que se les vuelve a contar por

un personaje? ¿O resumir un

vaya uno a saber qué número
de vez el mismo cuento favo­
rito,

parecen

dar

mucha

(. ) nuestro oficio -escribírpara los níños-

" ..

supone una responsabilidad enorme"

importancia a la materialidad
del texto. Lo reconocen y lo esperan así como es, en

argumento? Actividades todas
que no están mal en sí mismas,
que

pueden

contribuir

a

desarrollar el pensamiento cri­
tico y que no tendrían nada de objetables si no fuese

su linealidad única, y se impacientan si el que cuenta

porque tienden a irreemplazando el texto por los dis­

o el que lee altera una palabra, una sola, del relato.

cursos acerca del texto -en última instancia, otros

Más aún: esperan los mismos énfasis de voz, las mis­

textos-, a punto tal que, luego de tanto afán reduc­

mas pausas, el mismo tono, la materialidad de la

cionista, el propio texto cae en el olvido, desaparece.

materialidad del texto. Para ellos el cuentoes lo que
el cuento dice.

Cuando sucede esto, el lector ha pisado el palito.
Ha permitido que le birlaran el texto.

Sin embargo, esta verdad tan obvia -la literatura

Aunque eso de pisar el palito no es privilegio de

está hecha de palabras- parece opacarse con el tiem-

los lectores. También los escritores podemos pisarlo.

po. Se va imponiendo el "reduccionismo", que poco

Y sobre todo los queescribimos para niños, que esta­

a poco se desinteresa del texto en su materialidad y

mos tan rodeados -acosados, diria- de solicitaciones

sale en persecución de las "intenciones". "Y usted

extral iterarias.

¿qué quiso decir con ese cuento?" ¡Abracadabra! El

Todo a nuestro alrededor nos señala que nuestro

texto desaparece, reducido a un discurso acerca del

oficio -escribir para los niños-supone una responsa-

n

EDUCACIÓN y BlBUOlECA - 130, 2002

UBROS INFANTILES Y JUVENILES

-numerosas veces sucede- que lo nombrado y el
nombre van por caminos divergentes y hasta total­
mente reñidos. Entonces una cosa es lo que se dijo y
otra muy distinta lo que se quiso decir.
Pensemos en un cuento de intención "progresista"
que hablase de la pobreza en estos términos: "La lán­
guida muchacha...