Que se vayan las brujas

Que se vallan las brujas

Era en medio de una obscura y fría noche cuando dos niños de 7 y 11 años esperaban devuelta del trabajo a su papa que ya se avía retrasado más de lo acostumbrado y esolos mantenía demasiado preocupados.

Los dos niños sentados en el tronco inclinado de un árbol con la vista por donde llegaría su padre. El paisaje en penumbras, las montañas parecían unos monstrosespantados a la luz plateada de la luna, de pronto uno de ellos le dio un golpe en el hombro a su hermano, diciendo –mira-mira, allá. Más arriba sentadas sobre una gran roca se distingue claramente ala luz de la luna tres ancianas vestidas de negro que las miraban con malicia, se levantaron deprisa a buscar refugio alado de su madre con mucho miedo. Poco después llegaron su papa platicar entresusurros en la cocina, José no podía dormir y alcanzo a escuchar parte de la plática, pero su hermano se avía desaparecido.
Dijo su padre ya andan por aquí esas viejas malvadas, por eso te tetrasastele tuve que dar toda la vuelta al cerro hasta llegar a la casa porque por el otro lado se apareció una de ellas hasta me hacía señas para que me acercara a ella, mañana mismo le llamare al padre novaya a ser que se quieran llevar a nuestros hijos para que nos dirija un rezo. El que ya tiene más experiencia en esto también ay que juntar a todos los vecinos que podamos a si será mucho másefectivo. Al día siguiente de varios días la familia acudió a la iglesia para asistir a los festejos de la candelaria. Los padres apretaban fuerte mente a sus hijos por temor de que se les fuera arrebatado.Poco después antes de entrar a la catedral, Carmen su mama de José sintió que se les resbalaba la mano de sus hijos.

Volteo y en lugar de ver a sus hijos vio un demonio de ojos rojos y lengua deserpiente que sonreía con burla ¡ay! Grito angustiada pero nadie la escucho ¿Dónde están mis hijos? ¡Adivina! Respondió el pequeño monstro la madre intento agarrarlo del cuello pero escapo; así fue...