Que sentimos remordimiento o arrepentimiento
Cuando recordamos el nombre de Judas Iscariote, es inmediata la relación que le damos con la palabra “traidor” o “traición”, es como si se tratara de un sinónimo, y es que Judas ha sido inmortalizado como el perverso hombre que traicionó a Jesús, el Hijo de Dios.
La Biblia relata la manera en la que procedió Judas con su labor de traidor diciendo: “Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.” (Lucas 22:6 RV). Y una vez entregado Jesús en manos de la guardia del templo y llevado en cadenas para su muerte dice acerca de Judas: “Cuando Judas, el que lo había traicionado, vio que habían condenado a Jesús, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos. He pecado, les dijo, porque he entregado sangre inocente.” (Mateo 27:3,4 NVI). La pregunta central es ¿quería Judas, realmente matar a Jesucristo? No cabe duda alguna de la traición de Judas y lo condenable que es, desde tiempo atrás su corazón se había alejado de Dios siguiendo sus propios deseos, a tal punto de robar de la bolsa que los demás discípulos habían confiado en sus manos. Y a pesar de lo que hizo, no deja de dar una tristeza inmensa este hombre, porque su intención no fue la de matar a Jesús, en ninguna parte de la Biblia dice que él odiaba al Mesías, pero al apartarse de Dios y dejar que su mente y corazón dominasen su vida, Satanás encontró en él una víctima para sus malignos planes. Y Judas permitió que así fuera. Pero antes de continuar hablando de Judas, hablemos de otro traidor mencionado en la Biblia, un traidor que quizá nunca antes había sido visto de esta manera. Un hombre que de igual o hasta peor manera llegó a traicionar al Señor Jesucristo. El amado apóstol Pedro. ...
Regístrate para leer el documento completo.