quemada viva
Sin embargo, según la ley afgana no puede casarse hasta que su hermana mayor hayasido pedida en matrimonio, así que finalmente su hombre desaparece sin despedirse de ella. Ella ha deshonrado a su familia y sabe perfectamente que lo único que le espera es la muerte. Ya ha visto cómosu madre asfixiaba a sus hijas recién nacidas para no llevarse una paliza de su marido por no haberle dado más hijos varones. Y ha visto también a su hermano menor matar a su otra hermana de la queSouad apenas si recuerda el nombre.
Aún así, sigue viviendo en casa de sus padres porque en cualquier lugar al que vaya correría más peligro que en su propia casa. Las demás mujeres de su aldea lamataría a pedradas mientras su familia mira para otro lado. Y eso fue lo que pasó. Un día mientras sus padres y hermanos estaban fuera de la casa, su cuñado vertió un bidón de gasolina sobre ella y leprendió fuego.
Una nueva vida
Después de eso, Souad sólo recuerda un hospital y que no podía moverse. El fuego había hecho que la barbilla se le pegara al pecho y sólo podía mirar hacia abajo.Nadie apostaba porque se recuperara, pero una colaboradora de una asociación europea de ayuda a estas mujeres consiguió convencer a la familia de Souad para trasladarla a Suiza con la promesa dequitarles el problema de encima.
Así fue cómo Souad y su hijo sobrevivieron a un crimen de honor que, en los países musulmanes, se lleva por delante la vida de miles de mujeres, algunas incluso niñas,...
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