Queremos que el desastre continue
Por: CARLOS CABALLERO ARGáEZ |
7:16 p.m. | 21 de Febrero del 2014
Carlos Caballero Argáez
El referendo no es para evaluar la actuación del Procurador, sinola gestión del Alcalde, el cumplimiento de sus promesas y el estado de la ciudad.
Esta es la pregunta que deberíamos hacernos antes de votar el 6 de abril. Porque el referendo que definirá lapermanencia o no del alcalde Petro en su cargo no es para juzgar la actuación del Procurador por destituirlo y sacarlo de la vida política colombiana. No. Es un voto sobre su gestión como autoridad mayor enla ciudad capital, transcurridos dos años largos de su mandato.
La reflexión que se deben hacer los votantes es si quieren que los problemas que enfrentamos los habitantes de Bogotá continúen sinsolución, y se agraven, o si prefieren un cambio para que un nuevo alcalde administre la ciudad y planee su futuro. Es un llamado a la sociedad civil para que hagamos sentir nuestra voz de rechazo oaprobación a lo que ocurre diariamente en Bogotá.
Petro ha sido un desastroso administrador público urbano. Bogotá atraviesa por una crisis más de las varias que ha sufrido en los últimos años. Esta serefleja claramente en el desmadre del transporte urbano –público y privado–, que harto impacto tiene sobre el bienestar de todos sus habitantes, sobre su productividad y sobre la eficiencia de laactividad económica de la ciudad.
Lo que hasta hace poco fue el orgullo de los bogotanos, el sistema TransMilenio, es ahora motivo de insatisfacción para el 60 por ciento de sus usuarios, de acuerdo conlos resultados de la encuesta realizada por la Cámara de Comercio. Eso, con todo y que se trata del medio de transporte público más rápido de la ciudad. Los problemas son la mala calidad del servicio,la inseguridad, la incomodidad y lo que llaman la ‘victimización’.
El plan de gobierno del alcalde Petro planteó la construcción de nueva infraestructura, incluyendo la extensión de las líneas del...
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