Quesiagarcia
Páginas: 62 (15312 palabras)
Publicado: 13 de septiembre de 2011
De qué manera te puedo explicar esto para que me creas? No estas dormida, ni muerta. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré . [Edward a Bella]
No necesito el cielo si tu no puedes ir a él [Bella a Edward]
‘Será como si nunca hubieraexistido’ Aquella fue una promesa que él no podría mantener, una promesa que se rompió tan pronto como la hizo.
El amor concede a los demás el poder para destruirte. A mi me habían roto más allá de toda esperanza (Bella)
Es sólo esto: sé lo infeliz que eres y que tal vez esto no te ayude en nada, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí. No voy a dejarte caer, te prometo que siempre podráscontar conmigo. (Jake)
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ultimatum-capitulo 1[->1]
octubre 6, 2009 at 3:43 pm (Eclipse.[->2]) (CREPÚSCULO[->3], ECLIPSE[->4], LUNA NUEVA[->5], saga crepusculo[->6])
ULTIMÁTUM
BellaNo se por que haces que Charlie le lleve notitas a Billy como si estuviésemos en segundo de primariaSi quisiera hablar contigo contestaría alFuiste tú quien eligió, ok?No puedes tener las dos cosas cuando¿Quéparte de “enemigos mortales” es demasiado difícil para que tuMira, se que estoy siendo un idiota, pero no hay forma deNo podemos ser amigos si pasas todo tu tiempo con un puñado deSolo lo empeora todo cuando pienso en ti demasiado, así que no vuelvas a escribirmeSí, yo también te echo de menos. Mucho. Pero eso no cambia nada. Lo siento.Jacob.
Pasé mis dedos sobre el papel sintiendo las marcas alládonde él había presionado el bolígrafo con tanta fuerza que casi lo había atravesado. Podía imaginármelo escribiendo, garabateando cada letra furiosamente en su ruda escritura, tachando línea tras línea cuando las palabras no eran las adecuadas, quizás incluso partiendo el boli con su mano demasiado grande; eso explicaría las manchas de tinta. Podía imaginar como la frustración hacia que juntasesus cejas y arrugase la frente. Si hubiese estado ahí, me habría reído. No te provoques una hemorragia cerebral, le habría dicho, Solo suéltalo.Reírme era lo último que me apetecía hacer mientras releía las palabras que ya había memorizado. Su respuesta a mi suplicante nota, que había pasado de Charlie a Billy y de éste a él, igual que en segundo de primaria, como él había puntualizado, no eraninguna sorpresa. Sabía la esencia de su contenido antes de abrirla.Lo sorprendente era cuanto me hería cada línea tachada como si las puntas de cada letra tuviesen bordes cortantes. Más que eso, detrás de cada furioso principio acechaba una basta piscina de dolor; el dolor de Jacob me cortaba más profundamente que el mío propio.Mientras reflexionaba sobre esto, noté el inconfundible olor del humocuando se quema algo que venia desde la cocina. En cualquier otra casa, el hecho de que alguien que no fuese yo cocinara no seria causa de pánico.Doblé el papel arrugado en mi bolsillo trasero y corrí. Llegué abajo justo a tiempo.El bote de salsa de espaguetis que Charlie había metido en el microondas estaba solo dando su primera vuelta cuando abrí la puerta y la saqué.“¿Qué hice mal?” exigióCharlie.“Se supone que tienes que quitar la tapa primero, papá. El metal es malo para los microondas.” Quité la tapa rápidamente mientras hablaba, puse la mitad de la salsa en un bol, luego metí el bol en el microondas y el bote de vuelta al frigorífico; ajusté el tiempo y le di al botón.Charlie observó mis ajustes con los labios fruncidos.“¿Hice los espaguetis bien?”Miré en la sartén sobre la cocina,la fuente del olor que me había alertado. “Remover ayuda”, dije con suavidad. Encontré una cuchara e intenté despegar la masa blanda que estaba escaldada al fondo.Charlie suspiró.“¿De que va todo esto?” le pregunté.Él cruzó los brazos a la altura de su pecho y miró por las ventanas hacia la cortina de lluvia.“No se de que me hablas.” Gruñó.Estaba desconcertada. ¿Charlie cocinando? ¿Y a que venia...
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