Quien asesino la matematica
"¿Geometría?" A veces la duda ofende
PRIMERA PARTE
Hércules Poirot pidió una habitación con baño. Luego se aproximó al mostrador del conserje y preguntó si había llegado alguna correspondencia para él. Había un telegrama esperándole. Sus cejas se elevaron alegremente a la vista del telegrama. Era algo inesperado: "Sírvase venir enseguida" - Si que es una complicación -murmuró Poirot, consultando su reloj- Tendré que reanudar el viaje por el mundo de la Matemática esta misma noche. ¿A qué hora sale el tren? - Muy pronto, señor. Un poco más tarde cuando Poirot llegó a la estación llamó a los mozos e hizo cargar su equipaje en el coche cuyas placas proclamaban su destino: LA MATEMÁTICA DEL 2000. - Tengo entendido que viaja muchagente esta noche, ¿es cierto? - Es increíble señor. ¡Todo el mundo ha elegido esta fecha para viajar! El "Mathematics Express" iniciaba su viaje en aquel momento. Pronto Poirot penetró en su departamento de indagaciones y se metió en la cama, leyó durante media hora y luego apagó la luz. Se despertó al cabo de un rato al haber frenado el "Mathematics Express" de forma contundente.
Poirot salióde su departamento y fue a preguntar el motivo de tan brusca parada. - Un alud de reformas curriculares y cambios, señor. El tren está detenido y Dios sabe cuanto tiempo estaremos aquí. Recuerdo una vez que estuvimos varias décadas. - ¿En donde estamos? - Entre la Matemática algorítmica y la del año 2000, pero aun muy cerca de la Matemática estructural, señor. Bon soir, monsieur.
- Bon soir,mon ami. Poirot se acomodó de nuevo en su departamento de indagaciones dispuesto a dormir aunque la falta de vaivén no le ayudara a conciliar el sueño. Pronto fueron a despertarle. - ¡Ah, mi buen amigo! Tenemos necesidad de usted. - ¿De qué se trata? - preguntó Poirot. - Cosas muy graves, amigo mío. Primero este alud de reformas... esta detención. Y ahora ... Hizo una pausa - Y ahora la Geometríaaparece muerta en este tren... - ¡Bonita situación! -comentó Poirot- Si que es una situación difícil. - Y aún puede empeorar. Aquí le presento al doctor del tren, monsieur Poirot... el doctor opina que la muerte ocurrió hacia la década de los setenta. - Es difícil puntualizar en estos casos -aclaró el doctor-; pero creo poder decir que la muerte ocurrió entre la década de los setenta y la de losnoventa. - ¿Cuándo fué descubierto el crimen? -pregunto Poirot. - Justo en el momento de detenerse el tren. Fué todo muy confuso - aclaró el inspector ferroviario. - Y ha sido un crimen tremendo -añadió el doctor- han sido por lo menos trece agresiones... si algo queda claro es que no puede tratarse de un suicidio. - ¡Por lo visto no ha sido un crimen científico -comentó Poirot. - Lo másanticientífico que puede imaginarse. Los golpes fueron descargados al azar. Algunos causaron apenas daño. Es como si alguien hubiese cerrado los ojos y luego, en loco frenesí, hubiese golpeado a ciegas una y otra vez. - Desde el alud de reformas que ha hecho parar el tren -dijo Poirot meditativo- nadie ni nada ha podido escaparse. Así pues el asesino continua entre nosotros. ¡He de resolver este caso!Acompañado del doctor, Poirot se dirigió al lugar del crimen para examinar con detalle cualquier pista que pudiera aportar un poco de luz al asunto. Algunos elementos desperdigados por el suelo, constituían posibles pistas: un pañuelo con las iniciales N.B., una regla y un compás, el tratado de álgebra abstracta y un cubo de Rubick. En la pared una pintada en negro realizada con spray donde aparecía undiagrama.
Poirot empezó a hablar con repentina nerviosidad. - ¿Y la víctima? ¿Qué papel desempeña en todo esto? ¿Qué hizo? ¿Gritó? ¿Luchó? ¿Pidió ayuda? ¿Se defendió? En este sentido nadie había oído nada... o al menos, nadie dijo haber oído algo. Lleno de dudas Poirot decidió interrumpir la búsqueda brevemente y se dirigió con el doctor al vagón restaurante. Entre bocado y bocado Poirot...
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