Quien define lo que es leer
Un punto crucial de todo debate serio sobre la lectura y los lectores en las sociedades democráticas contemporáneas es quién define lo que es leer. En México, estedebate es simplemente inexistente, pues las elites intelectuales, políticas, educativas y económicas, desde su posición de poder, asumen que las masas no leen: ni saben ni les gusta ni les interesa.Me desconciertan las voces de alarma de aquellos que sin apartar la nariz de sus muchos libros, atesorados en opulentas bibliotecas privadas, dicen que la mayoría de gente no lee, perodifícilmente ponen un pie en los barrios pobres de este país para conocer lo que los jóvenes y adultos pobres efectivamente están leyendo, las razones por las que eligen leer lo que leen, y las maneras noconvencionales que tienen de leer. Es más fácil, desde la comodidad del prestigio bien ganado como escritor, secretario de Estado, o locutor de moda, simplemente prescribir –si no imponer– a todo un país loque cuenta como leer y lo que las masas deben o no deben leer.
Los que “sí leen”
Al secretario del Trabajo, Carlos Abascal, le pareció que la novela Aura, de Carlos Fuentes, no era apropiada parasu hija, y por lo tanto para el resto de los adolescentes. Al secretario de Hacienda, Francisco Gil, le pareció que las masas, cuando leen, leen revistas semi-pornográficas. A muchos maestros desecundaria les parece que los libros y revistas que los alumnos leen por iniciativa propia, gusto y necesidad, no cuentan como lectura. A las iglesias y grupos ultra-conservadores les parece que los librosde texto gratuitos no deben contener temas e información científica y abierta sobre sexualidad (que no “reproducción”), y que, por el contrario, los alumnos deberían leer el catecismo (no La Biblia;eso sería caer en un inaceptable protestantismo de corte luterano).
A muchos intelectuales y escritores mexicanos les parece que sólo existe una “verdadera lectura”: la que se realiza por el...
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