quien mato a rosendo
¿Quién mató a Rosendo? (1968) es su segundo relato de no ficción después de Operación masacre. Al igual que este último, fue publicado inicialmente por entregas en la prensa, en esta ocasión en el semanario de la CGT de los Argentinos, un grupo de gremios peronistas opositores a la dictadura. Al igual que en Operaciónmasacre, Walsh no se limita aquí a narrar un hecho específico, sino que documenta también las repercusiones de su publicación en la prensa, todo un antes y un después de la noticia que la contextualizan y dan cuenta de que lo más importante para el autor no es el esclarecimiento de un hecho sino la intervención directa en la política a través del relato de ese hecho. A diferencia de Operación masacre,por lo demás, en este libro no hay ningún deseo de reparación ni de trazar una línea entre “buenos” y “malos” sino una voluntad explícita de denuncia y de utilización política de la misma. ¿Quién mató a Rosendo? reconstruye la balacera que tuvo lugar en la pizzería La Real de la localidad bonaerense de Avellaneda el 13 de mayo de 1966. En ella se enfrentaron dos sectores rivales del gremialismoperonista y su resultado fueron tres muertos: el dirigente de los obreros metalúrgicos Rosendo García, a quien Walsh describe como un “simpático matón y capitalista de juego”, el “griego” Domingo Blajaquis, “un auténtico héroe de su clase”, y Juan Zalazar, “cuya humildad y cuya desesperanza eran tan insondables que resulta como un espejo de la desgracia obrera”. Walsh narra los antecedentes de todoslos participantes en el enfrentamiento alternando hábilmente el relato de esos antecedentes con el de la escaramuza de la que tomaron parte, pero se detiene especialmente en dos figuras: la de Augusto Timoteo Vandor, principal referente del gremialismo argentino de la época e impulsor de un “peronismo sin Perón” que contaba con las simpatías del sector militar y de los empresarios, y la delcomunista Blajaquis, a quien, en palabras de uno de sus amigos, “lo cascaron los conservadores, lo fajaron los radicales, lo expulsaron los comunistas, lo torturaron los libertadores y al final lo masacraron los que se dicen peronistas”. Walsh no hace un misterio de sus simpatías, pero tampoco tergiversa los hechos: contra lo sostenido en la chapucera investigación judicial llevada a cabo, el autor...
Regístrate para leer el documento completo.