quimica
Era una bella tarde, Mario iba caminando rumbo a la casa de Lucy, acompañado de su fiel cerdito Manolo entraron a la casa de Lucy y para su sorpresa ella no estaba; había tal desorden y cosas de origendesconocido, que si lo explicase acabaría con tu forma de ver el mundo tal y como lo conocemos. Entonces Mario tomó una piedra en busca de pistas sobre el paradero de Lucy, pero por dios, tan solo era una insignificante piedra que no le iba a decir nada.
Mario se adentró en el bosque en búsqueda de las nueces mágicas que le podrían decir lo que necesitaba, cuando de repente un leñador loco saltó dela nada diciéndole que las nueces eran un mito, pero si quería demostrar que era un héroe había un peligro en lo alto de la montaña que acechaba a todas las criaturas de la zona. Le sonó tentador la prueba para ser un héroe pues siempre lo había querido ser.
Entonces pensó: “el leñador tenía una vaca, podría subirse a ella e ir hacia lo alto de la montaña y liberar a todos del peligro que losazotaba y ser así el héroe que quería ser”. Pero el leñador no se la iba a dar así porque si a Mario y menos con esa cara de imbécil que tenía acompañado por un cerdo en medio del bosque. Fue entonces cuando le hizo una cara sexy pero vulnerable, ¡ningún ser vivo puede resistirlo!, el leñador prosiguió a darle la vaca con unas bolsas llenas de provisiones y un disco de Paquita la del barrio queMario procedió a lanzar a la mierda en el momento en que el leñador se despistó.
Mario, el cerdito manolo y la vaca que se llamaba Juana estaban listos para ir montaña arriba, pero fue entonces cuando la vaca se cagó, eran tantas la heces que a él le llegaban a la rodilla, apenas podía andar y para colmo la vaca era diabética lo que empeoraba claramente la situación. Efectivamente uno podríapreguntarse qué carajo importaba que fuera diabética, y en efecto no importaba pero la hacía más vulnerable, nada de sexy, solo vulnerable.
Ellos se dispusieron a dejar a Juana ya que tenía un claro problema de descomposición, tenían que buscar cobijo, entonces fue cuando se encontraron con una piedra que tenía la inscripción: “Cuevas del destino, siga hacia delante”, por fin habían encontrado unaseñal. Al entrar en la cueva se encontraron una foca ermitaña que en su infinita sabiduría le dijo: “Al amanecer del quinto día, al alba, mira hacia el este”.
Cuatro días pasaron en aquella cueva Mario y Manolo pacientes, al amanecer salieron al exterior, “¿dónde carajos está el este?” exclamo Mario, pues no tenían ni idea de con que orientarse. De repente una enorme figura apareció sobre ellostapando el sol, ¡era un dragón!, le faltaba un ojo y tenía una enorme cicatriz en una mejilla, su gran oportunidad de demostrar que era un héroe. Era un dragón israelí que había esclavizado a todas las criaturas que habitaban el bosque. Mario se posó desafiante sobre aquella roca, el chico decidió hacer uso de su poderosa pala de diamante para derrotar a la temible bestia, se dirigió hacia el lugardonde se encontraba el monstruo, y esquivando las bolas de fuego que la malvada criatura le lanzaba, se apoyó en una roca y dio un salto enorme, en el aire el tiempo se ralentizó, escuchó la voz de la foca en su cabeza: “No te rindas, no te rindas nunca, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Mario centró su ira en el dragón y blandiendo su pala le dio un fuerte golpe en la cara el cual creó unaenorme onda expansiva, la criatura salió volando inconsciente hacia los desfiladeros de la montaña cayendo hacia el mar, pero cuando cayó salió volando, y como es lógico, explotó. Mario y el cerdito Manolo al borde de aquel acantilado, se dieron cuenta de que la onda no solo había lanzado al dragón, sino que también había destruido parte de la montaña, solo había una forma de bajar. Saltando...
Regístrate para leer el documento completo.