Quimica
Naturalmente ese libro no existe; no puede existir. La literatura no es una colección de datos,sino una experiencia. No enseña; se vive y se comparte.
Una obra literaria es una fábrica, una ciudad, una comarca, un volcán. Una literatura es un país. El lector es un viajero; el alumno es unviajero más o menos neófito. Casi siempre conviene que el maestro sea algo más experimentado: que vaya por delante, que haya recorrido repetidamente las calles, las cañadas; que se apresure a entrar enlos edificios nuevos e intente restablecer el orden de las ruinas.
Un maestro, un alumno, un lector de literatura, al igual que los viajeros respetables, no deberían hablar si no de los barrios, lascascadas, los templos que han visitado; es decir de las obras que han leído.
Lo que suele enseñarse en los cursos es la historia de la literatura. Pero la historia de la literatura no es un viaje,es apenas un mapa. Lo que hace el maestro es extenderlo frente a los alumnos; señalar en ese esquema, siempre superficial, posibles rutas, los lugares que crecen más interesantes o más entrañables omás curiosos.
Lo importante no es conocer el mapa, sino recorrer el territorio; entrar a los bosques y a las plazas, sentarse con los naturales a esperar el camión o a ver pasar un río. Elmaestro, el alumno, el lector tendrán que plegar el mapa, echárselo en el bolsillo—siempre es útil tenerlo a mano—y adentrarse por la tierra ignota: abrir brechas, llegar a los mercados, escalar losfarallones, cruzar los ejes viales, zambullirse en una poza, probar el sabor del polvo y de las cañas: regresar, releer… pues solo así, cuando se ha vuelto a un texto y a una avenida se los comienza...
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