Quiste ongenitos de pulmon

CAPITULO

j

IV

Quistes congénitos de pulmón:
Englobaremos bajo el rótulo de quistes congénitos de pulmón
a todas aquellas bolsas aéreas que asientan en pleno parénquima
y carecen de una filiación etiológica

definida.

Esta definición excluye del tema a las cavernas tuberculosas
solitarias, a los neumo-quistes hidáticos, a las viejas cavidades
post-ernpiemáticas, etc.; entidadestodas en las que una buena anamnesis y un examen clínico correcto, permite remontarse hasta su
causal etiolágica.
Definen fundamentalmente los quistes gaseosos de pulmón
su traducción clínico-radiológica, su wolución y sus complicaciones, mucho más que el mecanismo íntimo de su génesis y aún
mismo que su estructura ‘anatómica. Estos puntos de discusión
académica no tienen real importancia enuna obra eminentemente
clínica como la nuestra, y por ello serán considerados escuetamente.
‘Estas malformaciones quísticas merecen ser estudiadas con
detención, porque no son raras y, por que conociéndolas, más de
una vez se rectificará un error diagnóstico de consecuencias deplorables.
h?ECUENCIA.-

(jokiderados

como una rareza patológica,

hasta el punto que los tratados clásicossilencian su existencia,
esta enfermedad se encuentra cada día con mayor frecuencia.
En 1930, cuando iniciamos su estudio, eran casi desconocidos
en nuestro medio y desde esa fecha los casos se van multiplicando, sumando en la actualidad varias decenas. Los Drs. García

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Otero y Caubarrere presentaron a la Sociedad de Tisiología de
Montovideo, en1936, diez y siete casos personales.
Su aparente inexistencia se explica por su poliformismo sintomático, que los hace confundir con cualquiera de los grandes sindromes respiratorios: esclerosis pleuro-pulmonar, supuraciones, neumotórax, disneas asmatiformes o enfisematosas y aun con enfermedades bien definidas: tuberculosis, quistes hidáticos: de todas estas
confusiones poseemos ejemploselocuentes e instructivos.
Puede afirmarse que la pretendida rareza del pulmón quístico es más aparente que real; consecuencia lógico de su desconocimiento y de la imprecisión de sus cara,cterísticas
estructurales
y clíntcas.
MODALIDADES AJVATOMICAS.La ubicación, el volumen
y el número de los quistes son extremadamente variables. Basta
un examen somero de los esquemas de la figura 43, para teneruna
idea aproximada de la pluralidad de sus aspectos. Existe toda una
graduación de estados intermediarios entre el quiste gaseoso netamente intra-pulmonar, hasta Ja pequeña burbuja gaseosa subpleural de Fischerwasels (“Spitzen-narbenblasen”I,
tan estrechamente vinculadas a la producción del neumotórax espontáneo benigo. (Fig. 43).
En lo que respecta al volumen, éste oscila entre el de unaavellana hasta el del enorme quiste aéreo pulmonar, indentificable
con el
enfisema gigante sub-pleural, que puede llenar un hemitórax y
aún invadir el del lado opuesto.
A veces únicos, su multiplicidad puede llegar a ser tal, que nos
conduce insensiblemente a confundirlos con la bronquiectasia congénita.
No es posible estabjecer
la frecuencia comparada de las variaciones lesionales quesefíalamos, todas ellas estrechamente vinculadas por su génesis e histología, y que en el futuro, con un mayor acopio de observaciones, quedar.án
bien diferenciadas.
Redondeados u ovalados, pueden a veces contener líquidos de
distinta naturaleza y comunicar o no con los bronquios.
Están sólidamente empotrados en el parénquima pulmonar que
los rodea, conectados a él por una red vascular hiperplasiaday

.

3

1

5

4

l

(Fig.
’

.

43)

Esquemas que muestran las diferentes modalidades anatómicas de quistes de pulmón.

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tejido pulrronar malformado que hacen imposible un clivado anatómico.
En lo que respecta a su estructura parietal se constatan grandes variaciones entre ellos; sin embargo el aspecto histológico
más frecuente...