Quito Siglo Vxiii
La vida cotidiana de Quito se desenvolvía en un ambiente de extraña placidez; los acontecimientos del mundo llegaban tarde, desfigurados, empalidecidos o abultados hasta la exageración. La ciudad también estaba inmersa en las fiestas religiosas que con pompa y devoción hipócrita se celebraban, los indios “colaboraban con sus danzas” y celebraban las fiestas dentro de laciudad y frente a la iglesia de cada parroquia. “Las fiestas coloniales recorrían todas las escalas: principiaban por una misa solemne, con la concurrencia de todos los tribunales y de las personas más distinguidas, para continuar después con las representaciones de comedia, danzas de indios, toros, luminarias, fuegos de artificio y concluir con los fandangos, que eran el espanto de los moralistas,por la licencia de que hacia uso y la cantidad de aguardiente de caña que se consumía”[1]. Los principales festejos consistían en la representación de comedias, las muy conocidas corridas de toros y en los bailes y fandangos, esparcimiento más bien popular en los que se hacía derroche de ingenio, buen humor y el derroche del agua ardiente.
Haciendo referencia a la clases socialespresentes en la época “los españoles que no eran ricos constituían la clase más pobre y miserable, porque despreciado el trabajo y entregados a la vagancia, dejaban a los mestizos o cholos el ejercicio de las artes útiles, mientras ellos se convertían en pulpos de las casas ricas, creyendo que así no hacían desdoro de su calidad[2]”. El cholo constituía desde entonces y se puede decir que constituyósiempre, el nervio de este pueblo bullanguero y altivo, patriota y valiente, así como trabajador.
Entre el aspecto de las vestimenta es significativo nombrar que las quinceañeras utilizaban unos muy admirables, tal admiración era compartida por los párrocos y religiosos; que han creído que la moda y lujo además de ser símbolo de respeto también podía constituirse en signo de caída y debilidad.El Obispo Polo según libros consultados decía los siguiente: “ prohibía el uso, común entonces, y la moda de traer las mujeres vestidos pocos honestos, llamados de tres talles, para dejar descubiertas aquellas partes superiores del cuerpo, que la modestia manda llevar ocultas: amenazo con excomunión a los que bailaran el baile y danza popular conocida con el nombre de fandango, en que padecíagrave quebranto moral y con las mismas penas y censuras intento estorbar el juego de carnaval, a cuyos desordenes atribuía el obispo el terremoto de 1755”[3].
A lo largo del siglo XVIII, Quito va adquiriendo nociones cada vez más claras de sus propias realidades, aspiraciones colectivas y diferenciada personalidad. Uno de los personajes que evidentemente no podemos obviar en la historia deQuito es el conocido Tupac Amaru, quien en 1780 lidero una gran rebelión en contra de los españoles con claras intenciones independentistas. Uno de los tantos españoles acusados de brindar apoyo a Tupac Amaru fue Miguel Tobar de Ugarte “quien vino a resultar el más gravemente complicado y la única víctima en la conspiración a favor del inca rebelde, condenado a 10 años de presidio fue trasladadoa las mazmorras de la fortaleza de Chagres, en Panamá. Pobre de solemnidad y enfermo, el rigor del clima, las angustias y torturas fueron acabando con él”[4]. La fuente nos brinda una perspectiva de donde se podría considerar que algunos españoles apoyaron la causa de Tupac, y como los mismos españoles se negaron y castigaron cualquier tipo de ayuda a los movimientos independistas que empezaron anacer en este siglo.
Situación económica
La situación económica de la región para el siglo XVII se puede considerar como deplorable, la perdida en el sector agrícola trajo la postración del comercio, “de 400 tiendas de mercadería que había en Quito, se redujeron a 60, de dos millones de pesos en que se calculaba el capital circulante, bajo en 1724 a menos de cien mil”[5]. La...
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