Quiz 5
Instituto Chileno de Terapia Familiar
Año 3, N° 5, Mayo 1995
Antropología del Duelo *
Dr. Nids Biedermann Donunasch
• La historia es la (re-)construcción de
nuestro pasado a partir de la subjetividad de
nuestro presente. La antropología cultural es
un intento de representarnos otras subjetividades desde el mirador de la nuestra. En ambos
casos el material sobre elque trabajamos es
una crónica de acontecimientos en que no
hemos participado, por lo menos no como integrantes directos de los hechos. Ambas áreas
de las ciencias humanas son de utilidad práctica
desde el punto de vista de la intervención
sobre lo observado, en general para
desmantelarlo: se estudia la propia historia
para aprender de los errores del pasado y no
repetirlos, esta vez hacerlodiferente y mejor.
Lo pasado debe ceder a la modernidad. La
iglesia misionera de cualquier credo estudia
las costumbres de la población cuyas almas
pretende salvar con el objeto de reemplazar
sus antiguos dioses por uno nuevo, o sea, lograr que deje de ser lo que fue. Hegel llamó
"Aufheben" (que se puede traducir tanto por
"levantar" como por "abolir, derogar") a este
proceso, en que algo anteriordesaparece para
constituir algo nuevo que incluye la
existencia de lo anterior. Pero lo nuevo no
puede terminar de entenderse sin conocer lo
anterior, en la medida en que sigue activo,
determinando la condición presente. Esto
también vale para lo que acontece en la terapia
familiar. Se interviene sobre una cultura
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familiar, distinta a la del terapeuta, con el objeto
de cambiar una historia desufrimientos por
otra mejor. Pero la forma de relacionarse que
tiene la familia al consultar, aunque disfuncional en algunos aspectos, tiene un sentido.
Para introducir cambios, más vale conocer el
sentido de las cosas, porque de lo contrario se
corre el peligro de actuar como el
colonizador, que interviene a otra cultura
para adaptarla a la suya propia, muchas veces
destructivamente. El sentido delas cosas representa búsquedas y respuestas a estas búsquedas que las personas se han transmitido a
través de generaciones. Para conocerlo hay
que conocer aquellos aspectos de la historia
que se reactualizan en el presente.
A partir del estudio de una serie de familias que consultaron por encontrarse estagnadas en un duelo traumático, nos pareció
adecuado estudiar los fenómenos propios de
Trabajopresentado en el curso de Postgrado
"Caleidoscopio Clínico del Duelo", Universidad de Chile, Noviembre 1993. Este
trabajo surgió como parte del proyecto de
investigación Fondecyt Na. 1930293 "Modelo
Terapéutico para la atención de pacientes
traumatizados extremos por violaciones de
derechos humanos en Chile". Instituto
Chileno de Terapia Familiar.
asegurarse un cariño más protector y estable, ysin duda la imagen del sueño le brindaba esa
necesidad: ahora ella era vitalmente importante para el padre. La disposición de ella a
aceptar el entierro, así como todo el contexto del
sueño, muestran no sólo su ambivalencia, sino
también su rabia con el padre en la hora de su
muerte. El prolongado duelo patológico era una
de las tareas impuestas a la terapia, pero fuera
de la relación con el padrehay algunas
circunstancias colaterales rodeando el
momento de la muerte, que cabe destacar. El
padre había sido hospitalizado al sufrir una
descompensación de su cáncer pulmonar, ya
metastizado. La madre se erigió en guardiana
de las visitas y al parecer aprovechó ese
momento no sólo para ajustar cuentas con su
marido, sino también con la hija privilegiada,
porque fue la única de los hermanos aquién no
le permitió visitarlo. Los argumentos esgrimidos
para esto eran argumentos médicos: la muerte
del padre no era el momento de la muerte, sino
una enfermedad que debía ser tratada,
constituyendo entonces la muerte un mero
accidente. Por tanto debían ser tomadas todas
las medidas propias para las enfermedades:
tratamiento enérgico hasta el final, cuidados
hospitalarios con severa limitación...
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