¿Qué Se Puede Entender En Estudios Políticos Por Pensamiento De Ruptura?

¿Qué entender en Estudios Políticos por pensamiento de ruptura?
Cuando Alain Badiou (Badiou, 1999) escribe con cierta premura que hay una exigencia fundamental en el
pensamiento contemporáneo que versa sobre cómo terminar con la filosofía política, no hace cosa
distinta que reintroducir de manera radical a la praxis de lo político dentro de la sucesión, si se quiere
lineal, de los discursossobre la política; su objetivo no es la simple introducción, sino que tiende a una
inserción capaz de diluir a la filosofía política misma, tal como también Foucault (Focault, 1969;
Foucault, 2008) se lo propone respecto de las unidades que históricamente se han tomado como
disciplinas constituidas, ya sea la medicina, la economía, la psicopatología, etc. Habrá sin embargo que
aclarar que elmismo Foucault entrega cierto prestigio al estudio de la filosofía en relación al poder,
pues asevera: “ […] desde Kant el papel de la filosofía ha sido el de impedir que la razón sobrepase los
límites de lo que está dado en la experiencia; pero desde esta época –es decir, con el desarrollo de los
Estados modernos y la organización política de la sociedad– el papel de la filosofía también ha sidoel
de vigilar los abusos del poder de la racionalidad política, lo cual le confiere una esperanza de vida
bastante prometedora.” (Foucault, 1990, p. 95). Con todo, Badiou examina la concepción política que
Hannah Arendt expone precisamente en relación a Kant, y establece entonces que la única modalidad
verdadera política es la del militante, y que todo cuanto se establezca por fuera de esteconjunto tan
bien definido, no resulta en cosa distinta a un sempiterno juicio que segrega a lo político bajo el imperio
del estudio erudito y poco práctico de la política.
Con seguridad esta manifestación de Badiou encarna lo que pudiese ser concebido como un modelo de
pensamiento de ruptura, por lo menos en los términos que ya inaugurara Foucault cuando demuestra cómo
ciertas disciplinas noson cosa distinta a la reunión de discontinuidades y rupturas que en su conjunto
obedecen a leyes cuyo estatuto está aun por descubrir. Esta introducción o apropiación, si se quiere
violenta, de lo político en márgenes que se le pensaron y se le diseñaron ajenos a él, puede decirse que
representa diversos conjuntos de fuerzas por definición excluidos del poder. De manera paradójica, el
pueblomismo es una de estas tantas categorías marginalizadas del ejercicio del poder (en el entendido del
diseño democrático), y ello es patente desde las complejas formulaciones jurídicas del Imperio Romano.
En latín se dice: vulgus veratis pessimus interpres, y en efecto. Al pueblo se lo considera incapaz de la
administración de lo público, o bien se lo tiene por poco educado para las conspicuasformalidades de
la política. No obstante, el ejercicio de lo político, es decir la práctica militante de la política, que incluso
es la misma a la que Marx le entrega la potestad de ley de la historia: la lucha de clases, es primera
protagonista de todo cuanto a cambios, transformaciones y rupturas ha habido en el devenir de la
historia, por lo menos de la occidental.
La política se formó comoobjeto dispar de lo político, sobre todo una vez se desmoronase lo que se
consideró la única representación antagónica del modo de producción capitalista, es decir la Unión
Soviética; y así entonces su estudio se circunscribió al devenir de la democracia liberal y representativa,
que a su vez no hace más que bordear las inmediaciones del capitalismo, y de esta manera enjuiciar todo
intento defranqueamiento como un desafío inaceptable y condenable contra la sensibilidad democrática
(Schmitt, 2000)1. So pena de tal conjura del pensamiento moderno, hay ejemplos en realidad notables
que descreen del aforismo latino, y a través del ejercicio mismo de la democracia, desde luego no en su
versión representativa, han logrado instituir una ruptura dentro de la manera como se concibe que...