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dibujante humorístico, destacándose rápidamente por su calidad y por la rapidez y seguridad con que ejecutaba sus dibujos. Estas cualidades hicieron que su producción
gráfica fuera copiosa. Entre sus personajes más conocidos están el matón Boogie El Aceitoso y el gaucho Inodoro Pereyra (con su perro Mendieta). Su fama trascendió las
fronteras de Argentina. Por ejemplo, Boogie, el aceitoso empezó a publicarse en un diario
de Colombia, y luego fue publicado muchos años por el semanario mexicano Proceso. En 2003 se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica,[3] por lo que desde 2006 utilizó
frecuentemente una silla de ruedas.
Fue expositor en el III Congreso de la Lengua Española que se desarrolló en Rosario
(Argentina), el 20 de noviembre de 2004. En el mismo dio la charla titulada «Sobre las
malas palabras».[4]
El 18 de enero de 2007 anunció que dejaría de dibujar sus historietas, debido a que había perdido el completo control de su mano derecha a causa de la enfermedad. Sin embargo
aclaró que continuaría escribiendo guiones para sus personajes.[5] Desde entonces, el historietista Crist se encargó de ilustrar sus chistes sueltos, mientras que Oscar Sosa hacía
lo mismo con sus historietas de Inodoro Pereyra.[6]
Falleció el 19 de julio de 2007, a los 62 años, víctima de un paro cardiorrespiratorio una
hora después de ingresar en un hospital con un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda.
Inodoro Pereyra es un solitario gaucho de la pampa argentina, hombre de mal genio y mucha picardía criolla. Se sabe que, una vez, este gaucho "macho y cabrío", que usa
vincha, anda bien montado, y es bueno para payar, se presentó a sí mismo diciendo: "soy Pereyra por mi mama, e Inodoro por mi tata, que era sanitario". El creador de este
personaje que reflexiona sobre la vida (acompañado de su perro Mendieta) es Roberto
Fontanarrosa. ...
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