Radiografia De Un Planton
Darío Núñez Sovero
El día amaneció gris. El impredecible invierno limeño nos empujaba a cubrirnos con un abrigo que proteja nuestra humanidad y nuestras esperanzas. Abordo de un bus del Metropolitano nos dirigimos al punto de concentración portando nuestra pancarta pensando en la cantidad de paisanos que como yo estarían dirigiéndose allá. Cuando estaba a dos cuadrasde mi meta, el celular sonaba insistente y era la voz de una dama jaujina que me inquiere si sabia que en la Plaza de la Bandera de Pueblo Libre habia una pre concentración de asistentes, le respondoque no sabia nada y que ya estaba casi llegando a las intersecciones de las Avenidas Venezuelaa y Tingo María donde nos habian citado.
Cuando arribo, mis ojos recorren todo el entorno buscando a migente, pero no avisto a nadie. Era evidente que mi ansiedad me había hecho apresurar y que, en ese momento, estaba solo. A las 7.30 horas, llego raudamente una camioneta y de ella se bajaron entre 15a 20 policías de asalto y en el otro extremo del lugar, donde se parapetan, advierto la presencia de un patrullero donde, probablemente, están los superiores que dirigirán su comportamiento.Recordando lo ocurrido en Cajamarca, desde mi celular llamo a Víctor Torres, coordinador de la jornada, para alertarle que se cuide y sea prudente. Felizmente este llega pronto y para alegría mía vieneacompañado de varias personas. Casi de inmediato un grupo de personas llegan en tropel por la avenida Tingo María y poco a poco la concurrencia se ha hecho nutrida. Los apretones de manos van sellandonuestra relación telúrica, no importa en ese momento si en nuestra tierra mantenemos diferencias o distancias, lo que nos une es Jauja y nuestro aeropuerto, pues en su construcción quedaron regadas lasgotas de sudor de nuestros mayores y seria injusto que ignoraramos esta proeza.
Una diligente dama va colocando en nuestros brazos unos distintivos que nos van reconociendo como asistentes al plantón...
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