Ramaz

En las calles ha dirigido movimientos para protestar, para rechazar o para reclamar. Es que es su obligación, dice, es que no puede quedarse callado cuando ha visto un sistema indiferente ante elsufrimiento del otro, de aquel que, en el lenguaje bíblico, se llama prójimo.

La primera pregunta que quiero hacerle, monseñor, es básica: ¿cómo decidió hacerse sacerdote?

– Empecé a pensar en estocuando tenía diez años porque sentía la inquietud. Estudiaba en un colegio católico aquí en la ciudad y cuando terminé la primaria, le dije a mi mamá que quería ingresar al Seminario Menor, porque mellamaba la atención ser sacerdote. Y así fue: entré al seminario cuando solo tenía 12 años.

Bastante joven o, mejor dicho, un niño para saber lo que quería.

– Si comparamos a los niños deaquella época con los de ahora, teníamos menos distracciones, entonces lográbamos una mejor concepción de las cosas. Cuando cumplí los 17 me tocó definirme, y sabía que quería ser sacerdote.

¿Y cuál erasu inspiración?

– Servir a la gente, hacer algo bueno por los demás, alcanzar mi propia salvación. Creo que influyeron mucho las clases de catecismo, nos hablaban mucho del Cielo y del Infierno,nos hablaban mucho de la vida eterna y uno como niño se siente impactado. Mientras estaba en el colegio, en la primaria, siempre acolitábamos la misa. La relación con los párrocos era bastante cercana,conozco a monseñor Rodolfo Quezada desde esa época: él era sacerdote en la Catedral y yo servía ahí. Ver a sacerdotes como ellos, lo marca a uno.

Usted mencionó además que lo hizo buscando lasalvación, y cuando se escucha la historia del Cielo e Infierno y se tienen solo 12 años, probablemente uno no sabe qué quiere ser en el futuro, pero uno sí sabe que prefiere el Cielo al Infierno.

–Tiene razón, es cierto, todo eso se mezcla. En mi familia eran católicos practicantes y tenía un tío lejano que era sacerdote, pero era bastante lejano, lo conocí hasta que estaba en el seminario....