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Ramón Lobo: el testigo de la guerra
“No creo en la objetividad, pero si en la honestidad” dijo Ramón Lobo a unos estudiantes en una charla en la universidad Carlos III de Madrid. Una frase que rompe los estándares básicos que solemos atribuir al periodismo, pero que, en boca de un periodista consagrado como Ramón Lobo, se convierte en una verdad apoyada en todos sus años de experiencia comocorresponsal en gran parte de los conflictos bélicos acaecidos entre la última década del siglo XX y la primera del XXI.

Ramón Lobo nació en Venezuela en 1955, hijo de padre español y madre inglesa a los cinco años fueron a vivir a España. Estudio periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y desde 1975 trabajó para varios medios como El Heraldo de Aragon donde hizo prácticas durante suservicio militar en Zaragoza. Allí, durante una entrevista con Leandro Ruiz, un profesor de Derecho, sobre Afganistan descubrió su vocación por el periodismo internacional, que desde entonces es el motor de su vida.

Estuvo en Londres trabajando brevemente para la BBC, la revista Actual le pagó un viaje a Argentina para asistir a la caída de la dictadura y posteriormente pasó a trabajar a Washingtonpara la Voz de America. Pero su consolidación como periodista llegó con su trabajo en el periódico El País en 1992 como redactor de la sección internacional que duró 20 años en los cuales cubrió los conflictos bélicos más importantes de esa época en los Balcanes, Líbano, Israel y Palestina, Kenia, Ruanda, Liberia, Niger…

Todo eso se acabó en 2012 cuando fue despedido a raíz de un ERE en ElPaís. Según explicó Ramón Lobo a los alumnos, a la dirección nunca le gusto que dijera siempre lo que piensa. Es un periodista que no se limita a ofrecer datos, sino que busca una visión personal de aquello de lo que es testigo.

En sus reportajes se mezclan la narrativa y la descripción de un modo casi novelesco, con multitud de detalles, algunos mínimos en los que otras personas no se fijarían.Por ejemplo en su reportaje “Limpieza étnica a la croata” describe tres pueblos asolados por los croatas, en varias de las casas el mantel aun estaba puesto, dando a entender una vida normal rota por un ataque inesperado, con esa simple imagen ya muestra toda la injusticia de la guerra, el dolor de los inocentes. Así mostraba el mundo Ramón Lobo, una realidad devastadora implícita en los pequeñosdetalles.

Sus reportajes más que relatos sobre sucesos o batallas eran retratos sobre los protagonistas invisibles, aquellos que no dejan huella en la historia pero que sufren la peor parte de la guerra. Comenzaba siempre con una descripción del lugar atacado o del personaje protagonista, si la historia era interesante con este primer párrafo atrapaba al lector, con todo lujo de detalles,mostrando aquello que los cámaras no pueden, o no les dejan, enseñar. En su reportaje sobre la masacre de la secta de la Restauración de los Diez Mandamientos en Uganda comienza con la descripción de la fosa común donde han sido depositadas las 500 victimas en el pueblo de Kanungu. Según Ramón el pueblo apesta a muerte, un olor agrio y nauseabundo olor, que penetra en los pulmones como una brasa, undetalle más propio de la ficción pero que sin embargo le da un toque mucho más creíble a la narración, como si nos hiciera participes a los lectores.

Esta idea de realidad ficcionada muestra los reportajes como relatos informativos, donde los sucesos se apoyan en la creatividad narrativa del reportero. Esta libertad creativa se muestra en el reportaje sobre la masacre de Kanungu donde describe lafinca Ishayirio rwa María, el lugar donde la secta exterminada pretendía crear su paraíso terrenal, como “un laberinto de ausencias, un territorio fantasmal y póstumo” después de la tragedia. En los siguientes párrafos después del párrafo inicial desarrolla el descubrimiento de nuevos indicios que tirarían por tierra la teoría inicial de un suicidio masivo. En estos párrafos que configuran el...