rarea
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
PLANTEL No. 6 “ANTONIO CASO”
MATERIA: LENGUA ESPAÑOLA
PROFESOR ERICK VEGA GUERRERO
LECTURA NÚMERO CINCO
VUELVA USTED MAÑANA
Nombre del alumno______________________________________
IV Lee con atención el siguiente Artículo de costumbres de Mariano José de Larra. Toma el tiempo que tardas en leerlo y anótalo aquí alfinalizar.
Seis y media páginas______________ minutos.
VUELVA USTED MAÑANA
(Artículo de El Bachiller)
Gran persona debió de ser el primero que llamó pecado mortal a la pobreza; nosotros, que ya en uno de nuestros artículos anteriores estuvimos más serios de lo que nunca nos habíamos propuesto, no entraremos ahora en largas y profundas investigaciones acerca de la historia de este pecado, pormás que conozcamos que hay pecados que pican en historia, y que la historia de los pecados sería un tanto cuanto divertida. Convengamos solamente en que esta institución ha cerrado y cerrará las puertas del cielo a más de un cristiano.
Estas reflexiones hacía yo casualmente no hace muchos días, cuando se presentó en mi casa un extranjero de estos que, en buena o mala parte, han de tenersiempre de nuestro país una idea exagerada e hiperbólica, de estos que, o creen que los hombres son aquí todavía los espléndidos, francos, generosos y caballerescos seres de hace dos siglos, o que son aún las tribus nómadas del otro lado del Atlante: en el primer caso vienen imaginando que nuestro carácter se conserva tan intacto como nuestra ruina; en el segundo vienen temblando por esos caminos, ypreguntan si son los ladrones que los han de despojar los individuos de algún cuerpo de guardia establecido precisamente para defenderlos de los azares de un camino, comunes a todos los países.
Verdad es que nuestro país no es de aquellos que se conoce a primera ni a segunda vista, y si no temiéramos que nos llamasen atrevidos, lo compararíamos de buena gana a esos juegos de manos sorprendentes einescrutables para el que ignora su artificio, que estribando en una grandísima bagatela, suelen después de sabidos dejar asombrado su propia perspicacia al mismo que se devanó los sesos por buscarles causas extrañas. Muchas veces la falta de una causa determinante en las cosas nos hace creer que de haberlas profundas para mantenerlas al abrigo de nuestra penetración. Tal es el orgullo del hombre,que más quiere declarar en alta voz que las cosas son incomprensibles cuando no las comprende él, que confesar que el ignorarlas puede depender de su torpeza.
Esto, no obstante, como quiera que entre nosotros mismos se hallen muchos en esta ignorancia de los verdaderos resortes que nos mueven, no tendremos derecho para extrañar que los extranjeros no los puedan tan fácilmente penetrar.
Unextranjero de éstos fue el que se presentó en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendación para mi persona. Asuntos intrincados de familia, reclamaciones futuras, y aun proyectos bastos concedidos en París de invertir aquí sus cuantiosos caudales en tan cual especulación industrial o mercantil, eran los motivos que a nuestra patria le conducían.
Acostumbrado a la actividad en que vivenlos vecinos, me aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital. Parecióme el extranjero digno de alguna consideración, trabé prestó amistad con él, y lleno de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse. Admirólela proposición, y fue preciso explicarme más claro.
-Mirar –le dije-, monsieur Sans-délai -que así se llamaba-; voz venís decidido a pasar quince días, y así solventar en ellos vuestros asuntos.
-Ciertamente –me contestó-. Quince días, y es mucho. Mañana por la mañana buscaremos un genealogista para mis asuntos de familia; por la tarde revuelve sus libros, busca mis ascendientes y por la...
Regístrate para leer el documento completo.