rayos de sol naciente

¡Rayos de Sol naciente! ¡Oh tú la más bella de las luces que jamás ha brillado sobre Tebas la de las siete puertas! Por fin has lucido, ojos del dorado día, llegando por sobre las fuentes circeas. Obligaste a emprender precipitada fuga, en su veloz corcel, a toda brida, al guerrero de blanco escudo de Argos vino armando de todas sus armas. «Este ejército que en contra nuestra, sobrenuestra tierra, había levantado Polinice, excitado por equívocas discordias, y que, cual águila que lanza estridentes gritos, se abatió sobre nuestro país, protegido con sus blancos escudos y cubierto con cascos empenachados con crines de caballos, poniendo en movimiento innumerables armas, planeando sobre nuestros hogares abiertas sus garras, cercaba con sus mortíferas lanzas las siete puertas denuestra ciudad. Pero hubo marcharse sin poder saciar su voracidad en nuestra sangre, y antes que Esfesto y sus teas resinosas prendiesen sus llamas en las torres que coronan la ciudad; tan estruendoso ha sido es estrépito de Ares, que resonó a espaldas de los arivos, y que ha hecho invencible al Dragón competidor. Los siete jefes apostados ante las siete puertas, enfrentándose con los otros siete,dejaron como ofrenda a Zeus, victorioso, el tributo de sus armas de bronce. «Todos huyeron, salvo los dos desgraciados que nacidos de un mismo padre y de una misma madre, enfrentado una contra otra sus lanzas soberanas, alcanzaron los dos la misma suerte en un común perecer.
Ismena, mi querida hermana, que conmigo comparte las desventuras que Edipo nos legó,(Edipo era un hombre muy poderoso,ningún ciudadano podía posarse sin envidia ante los ojos de su prosperidad; y a hora en que sima de terribles desgracias ha sido precipitado de modo que hasta esperar su ultimo día no hay que proclamar feliz a ningún mortal a un antes de que aya vivido sin sufrir ningún mal el término de su vida), ¿sabes de un solo infortunio que Zeus no nos haya enviado desde que vinimos al mundo? Desde luego,no hay dolor ni maldición ni vergüenza ni deshonor alguno que no pueda contarse en el numero de tus desgracias y las mías. Y hoy; ¿Qué edicto es ese nuestro jefe, según dicen acaba de promulgar para todo el pueblo? ¿habrá oído hablar de él, o ignora el daño que preparan nuestros enemigos contra los seres que no son queridos?
Estaba segura de ella no sabia nada y por eso he hecho salir delpalacio para que pueda oírme a solas. Creonte ha acordado otorgar los honores de la sepultura a uno de nuestros hermanos y en cambio se la rehúsa al otro. A Etéocles, según parece, lo ha mandado enterrar de modo que sea honrado entre los muertos bajo tierra; pero tocante al cuerpo infortunado Polinice, también se dice que ha hecho pública una orden para todos los tebanos en la que prohíbe darlesepultura y que se le llore: hay que dejarlo sin lágrimas e insepulto para que sea fácil presa de las aves, siempre en busca de alimento. He aquí para anunciarlo claramente a quien lo ignore; y que no considerará la cosa como baladí; pues cualquiera que infrinja su orden morirá lapidado por el pueblo. Esto es lo que yo tenía que comunicar. Pronto va a tener que demostrar si ha nacido de sangregenerosa o si no eres más que una cobarde que desmiente la nobleza de sus padres. ¿No me ayudarás? ¿No procederá de acuerdo conmigo? ¿No me ayudarás a levantar el cadáver? Una cosa es cierta: es mi hermano de ella, quiéranlo o no. Nadie me acusará de traición por haberlo abandonado. Creonte lo prohibió pero él no tiene ningún derecho a privarme de los míos.
Yo, por mi parte enterraré apolinice. Será hermoso para mí morir cumpliendo ese deber. Así reposaré junto a él. Amante hermana con el amado hermano; rebelde y santa por cumplir con todos mis deberes piadosos; que más cuenta tiene dar gusto a los que están abajo, que a los que están aquí arriba, pues para siempre tengo que descansar bajo tierra. Tú, si te parece, desprecia lo que para los dioses es lo más sagrado.
No...