Razón Simbólica. Gadamer O La Actualidad De Lo Bello
Facultad de Filosofía, Letras e Historia
Examen de Autores y Textos Clásicos IV
Razón simbólica o
Gadamer y “La Actualidad de lo Bello”
Iván Nureyev González Guerrero
LA RAZÓN SIMBÓLICA O GADAMER Y LA ACTUALIDAD DE LO BELLO
Gadamer intenta hacer en esta serie de conferencias que son reunidas en este libro, un panorama de lo quepodría ser tanto el arte como la comunión que tenemos con él. En esta charla intenta dar un panorama en el cual, éste es un elemento vivo, unido pero a la vez libre de la vida humana, como si fuera un visitante que es bienvenido en medio de una gran fiesta, y que ha ido creciendo y desarrollándose con las distintas épocas, reclamando sus derechos y dándose de sí regalando su propio ser yaportando cada vez a la realidad, algo que no existía antes de verlo aparecer.
Con respecto al punto en el que se encuentra el arte en la actualidad Gadamer señala que “La nueva situación del arte que vivimos en nuestro siglo tiene que ser considerada, en realidad, como la ruptura con una tradición unificada cuya última gran oleada la representó el siglo XIX. Cuando Hegel, el gran maestro del idealismo especulativo, dio sus lecciones de estética, primero en Heidelberg y luego en Berlín, uno de sus motivos introductorios fue la doctrina del «carácter de pasado del arte».Si se reconstruye y se medita de nuevo el planteamiento hegeliano, se descubre con asombro cuántas de nuestras propias preguntas dirigidas al arte se hallan preformuladas en él. Quisiera exponer esto, con toda brevedad, en una consideración introductoria, a fin de que conozcamos el motivo de que, en el avance de nuestras reflexiones, tengamos que volver a cuestionar la evidencia del concepto dominante de arte, y de que tengamos que poner de manifiesto los fundamentos antropológicos sobre los que descansa el fenómeno del arte y desde los cuales podremos alcanzar una nueva legitimación. El «carácter de pasado del arte» es una expresión de Hegel en la que éste formuló, agudizándola radicalmente, esa exigencia de la filosofía que pretende hacer de nuestro conocimiento mismo de la verdad un objeto de nuestro conocimiento, saber nuestro saber mismo de lo verdadero”[1].
Gadamer aplaude con convicción a la aparición de las vanguardias delS. XX, y en especial a aquellas que se emancipan de todo sentido, de toda ligadura y en especial de toda pretendida ganancia, que le llega a dar su primer estado de arte.
“En el siglo XX, la valiente autoemancipación de las cadenas históricas del XIX convertiría en verdad, en otro sentido más audaz, el hecho de que todo el arte precedente aparezca como algo pasado. Al hablar del carácter de pasado del arte se refería más bien a que el arte ya no se entendía del modo espontáneo en que se había entendido en el mundo griego y en su representación de lo divino como algo evidente por sí mismo”[2].
La explosión individual de los artistas es uno de los temas que con especial interés trata Gadamer, y al que saluda en su bohemia y en su nueva forma de entender al arte.“En el siglo XIX, todo artista vivía en la conciencia de que la comunicación entre él y los hombres para los que creaba había dejado de ser algo evidente. El artista del siglo XIX no está en una comunidad, sino que se crea su propia comunidad con todo el pluralismo que corresponde a la situación y con todas lasexageradas expectativas que necesariamente se generan cuando se tienen que combinar la admisión del pluralismo con la pretensión de que la forma y el mensaje de la creación propia son los únicos verdaderos. Esta es, de hecho, la conciencia mesiánica del artista del siglo XIX, que se siente como una especie de «nuevo redentor» (Immermann) en su proclama a la humanidad: trae un nuevo mensaje de reconciliación, y paga con su ...
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