Razón Y Filosofía Práctica En Schopenhauer

RAZÓN Y FILOSOFÍA PRÁCTICA DE SCHOPENHAUER
Gabriel Armengol Sáez




Resumen:

La noción de razón práctica en Schopenhauer se distancia sustancialmente de la establecida por Kant. En ese sentido, el filósofo de Danzig ejemplifica el desarrollo perfecto de la razón práctica en el ideal del sabio estoico; y concibe el uso práctico de la razón como una obligación que, en determinados casos,se convierte en arte o disciplina. La “Crítica de la filosofía kantiana” y “El mundo como voluntad y representación” lo dejan entrever; el “Arte del buen vivir” lo confirma. El objeto de estudio es recorrer el camino, en estas tres obra de Schopenhauer, que nos lleva desde la distinción del concepto hasta su plena comprensión.


Palabras clave:

Schopenhauer, razón práctica, ética estoica,cinismo, Kant, virtud, felicidad, deseo, sufrimiento, bienes, vida.



1. De la razón práctica en Kant y Schopenhauer.

En la “Crítica de la filosofía kantiana”, Schopenhauer efectúa una distinción fundamental; derrumba la razón práctica de Kant y devuelve tal noción a sus orígenes.


Conforme a su amor por la simetría arquitectónica, la razón teórica había de tener también un pendant(En Kant). El intellectus practicus de la escolástica, que a su vez procede del νους πρακτικος de Aristóteles, facilita la clave. No obstante, aquí se designa con eso algo totalmente distinto y no la razón encaminada a la técnica, como ocurre allí [1].


Ciertamente, la afirmación de que Kant habría obrado capciosamente al idear una aplicación diferenciada y específica de la razón, la razónpráctica, con el fin de fundamentar una moral universalmente válida, resulta todavía hoy indecorosa. Si bien deja siempre claro que el descubrimiento de la cosa en sí y, en menor medida, la teoría del conocimiento del filósofo de Königsberg es digna de homenaje, por lo que respecta a La crítica de la razón práctica, Schopenhauer se muestra en total desacuerdo con su maestro. No es ilícito advertir quela osadía cosmológica de este, su identificación de la cosa en sí con la Voluntad, reduce cualquier posibilidad de fundamentación moral en términos objetivos, como pretendía Kant. Pues así como de los juicios sintéticos a priori pueden inferirse las formas a priori de la intuición (espacio, tiempo y causalidad)[2], no resulta tan claro que partiendo de la supuesta ley moral (esto es, delimperativo categórico) se reconozcan con análoga nitidez los llamados postulados de la razón práctica (libertad, inmortalidad del alma y Dios), como principios apriorísticos y necesarios de la ética. Sobretodo, teniendo en cuenta el carácter de la voluntad en uno y otro filósofo.


Cuando la voluntad busca la ley, que debe determinarla, en algún otro punto que no en la aptitud de sus máximas parasu propia legislación universal y, por lo tanto, cuando sale de sí misma a buscar esa ley en la constitución de alguno de sus objetos, entonces prodúcese siempre heteronomía. No es entonces la voluntad la que se da a sí misma la ley, sino el objeto, por su relación con la voluntad, es el que le da a ésta la ley. Esta relación, ya descanse en la inclinación, ya en representaciones de la razón, nohace posibles mas que imperativos hipotéticos: «debo hacer algo porque quiero alguna otra cosa». En cambio, el imperativo moral y, por tanto, categórico, dice: «debo obrar de este o del otro modo, aun cuando no quisiera otra cosa [3].


Vemos como en Kant la voluntad presupone la tendencia natural del hombre al bien, puesto que, en cierto modo, su deber (Soll) es obedecer la ley moral dentro desí, y en la medida en que se guía racionalmente hállala como imperativo que ha de determinar la conducta. En sí mismo, esto es, en la voluntad que se da a sí misma la ley, fundamenta el ser racional la dimensión ética de sus actos. De la naturaleza esencialmente buena del hombre en Sócrates (y del hombre bueno por naturaleza de Rousseau) al universalmente legislador de Kant sólo hay un paso....