RAZ. Morality of fredom

I. LOS LÍMITES DE LA AUTORIDAD.

Las conclusiones del primer capítulo fueron negativas. Rechazó algunos métodos comunes para el problema de la libertad, y planteaba serias dudas respecto a su valor intrínseco. Pero el capítulo también apunta en una dirección positiva. La doctrina de la libertad consiste en los principios de moral política que exigen a los gobiernos a proteger y promover elbien de la libertad individual. No es sorprendente que la doctrina de la libertad es parte integrante de la doctrina general de la autoridad política. Lo contribuye a la definición de su alcance y funciones. La cuestión de la libertad política no surge a menos que la existencia de las autoridades políticas es justificable. Liberales creen que, al menos en las circunstancias prevalecientes de humanosla vida, el bienestar humano puede lograrse mejor en las comunidades sujetas a las autoridades políticas. También creen que las autoridades están obligadas por los principios que requieren la promoción y protección de la libertad. Las dos creencias están conectadas en que la violación de los principios de la libertad puede socavar la legitimidad de la autoridad. La doctrina de la libertad esparte de una visión de los fundamentos de la legitimidad de las autoridades políticas.
Los tres capítulos siguientes exploran estas bases. El Capítulo Dos reivindica la opinión general de que tenga autoridad sobre otra persona implica un deber de obediencia de su parte. Este punto de vista dicta la dirección de la investigación del capítulo Tres, que pretende establecer, a un nivel bastanteabstracto, las condiciones que cualquier autoridad debe cumplir para disfrutar legitimidad. Capítulo Cuatro considera que el argumento de que cualquier autoridad política, ni siquiera uno que cumpla las condiciones argumentó en el capítulo tres, es legítimo si se basa en el consentimiento de los gobernados. Se rechaza esta reclamación en el debido a que el consentimiento es vinculante únicamente si cumplecon ciertas condiciones, y que en el caso del consentimiento a ser gobernados por autoridad esas son más o menos las condiciones que establecen la legitimidad de una autoridad independiente del consentimiento. En este capítulo también aplica las conclusiones anteriores para presentar a grandes rasgos una opinión en cuanto a si las actuales autoridades políticas son autoridades legítimas disfrutarde un derecho (moral) para gobernar. (SIN TRADUCIR BIEN).

2. AUTORIDAD Y RAZÓN

La doctrina de la libertad es parte de la doctrina de la autoridad. La cual está constituida por los principios que vinculan las autoridades políticas a la protección y promoción de la libertad de sus sujetos. Esos son algunos de los principios que constituyen la doctrina de la autoridad, por ejemplo, esos quedeterminan las condiciones bajo las cuales una persona tiene autoridad legítima y por las cuales las autoridades pueden guiar sus acciones.

La investigación que lideramos examina los fundamentos de la autoridad política. Es común considerar la autoridad sobre las personas como centralmente implicada en un derecho a gobernar, lo que a su vez es comprendido como correlacionado con una obligación deobedecer por parte de los sujetos a la autoridad. Si esa óptica es correcta provee la clave fundamental para dirigir la investigación. Esto se enfoca en las condiciones bajo las cuales una persona puede ligarse a otra. Dado que recientemente muchos escritores han cuestionado el punto de vista común es necesario reexaminarlo. Este es el propósito del presente capítulo.

1. Autoridad y poderjustificado

R. Sartorius es uno de esos que cuestiona el punto de vista común que legitima que la autoridad sostenida por A sobre B implica el deber de B de obedecer a A. Él, sin embargo, considera a la autoridad política como “una autoridad moralmente justificada desde la autoría constituida por ciertas capacidades morales, derechos justificados, y derechos a reclamar” (10). Una autoridad...