Realidad nacional
La pobreza determina la percepción de los candidatos. Para el votante que no tenía nadaantes de García y nada después, ese gobierno no significó una crisis especialmente severa. Y, por supuesto, para quien está preocupado por qué va a comer mañana, la democracia en sí resulta unapreocupación demasiado abstracta. De hecho, una reciente encuesta le concedía apenas un magro 7% de popularidad entre los peruanos, muy por detrás del empleo, la educación, la salud y la pobreza misma.¿Fueron entonces un fracaso las políticas liberales implementadas en los últimos cinco años? Hay que admitir que lograron reducir la pobreza, exactamente en un 2%. A este ritmo, el problema quedaríaerradicado en 125 años.
Es difícil, pues, convencer a los peruanos de que la continuidad de las políticas económicas resolverá sus problemas más acuciantes. No quiero dilucidar quién tiene razón ono, sólo digo que, en términos de marketing, no resulta persuasivo ofrecerle estabilidad a quien es establemente miserable.
En ese sentido, el discurso liberal sobre la estabilidad y la inversiónextranjera como generadora de riqueza es percibido por la mitad del Perú como una falacia destinada a garantizar los privilegios de las elites. Y eso ha sido el gran error de los empresarios peruanos...
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