realidad y concimiento
J U A N ADOLFO VÁZQUEZ
Universidad Nacional de Tucumán
Las diversas maneras de concebir la relación que existe entre el
conocimiento y la realidad han dado lugar a planteamientos muy
diferentes del problema gnoseológico, con muy distintas implicaciones
metafísicas. Si por razones de economía expositiva reducimos estas
diferencias a un par de esquemas no quieredecirse que estos paradigmas tengan un valor ontológico. Son, simplemente, cómodos para
aprisionar un tema en pocas páginas.
Una de las grandes concepciones gnoseológicas está representada
por Aristóteles, Tomás, Descartes, Locke y Kant; la otra por Platón,
Plotino, Agustín, Leibniz y Bergson. Hemos elegido cinco nombres
distinguidos de cada familia, sin pretender agotar la nómina posible
niolvidar todas las diferencias de matices que existen entre las
posiciones de los autores* citados en una y otra línea. Tampoco pretendemos que en todos ellos se encuentre una discusión expresa del
problema. En verdad el análisis gnoseológico sólo alcanza plena conciencia en algunos de los filósofos citados; pero este hecho en principio no impide reconocer la existencia de los supuestosgnoseológicometafísicos sobre los cuales opera la filosofía de cada pensador.
Los supuestos básicos de la primera línea han sido presentados
con claridad en Grundzüge einer Metaphysik der Erkenntnis de Nicolai Hartmann, y notablemente difundidos en habla española por la
traducción de la Teoría del conocimiento de Hessen. El denominador
común de esta tendencia consiste, en síntesis, en aceptar laexistencia
de una dualidad irreductible formada por el sujeto y el objeto. El
sujeto se concibe generalmente como un ente de sensibilidad y entendimiento; el objeto es la realidad por antonomasia: es el ser o el punto
de partida necesario para el conocimiento del ser. Cada filósofo de
esta línea adopta una dirección divergente en sus soluciones; pero
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Actas del Primer Congreso Nacional deFilosofía, Mendoza, Argentina, marzo-abril 1949, tomo 2
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JUAN ADOLFO VÁZQUEZ
todos aceptan como válido el planteamiento básico de la dualidad
objeto-sujeto, con mayor estimación por la entidad objetiva que por
la subjetiva. El conocimiento se entiende entonces como saber que
el sujeto logra respecto de un objeto trascendente. El sujeto es siempre algo exterior al objeto. La explicacióndel acceso del sujeto al ser,
conexión que hace posible la operación cognoscitiva, es siempre un
punto de la mayor dificultad en los autores que siguen este esquema
donde el sujeto y el objeto guardan siempre distancias mínimas sin
confimdirse jamás.
Los supuestos básicos de la segunda línea no han encontrado probablemente expositores tan difundidos. Hay indicaciones valiosas, sin
embargo,en libros recientes como el de Louis Lavelle, De l'etre, o el
de Simón Frank traducido del ruso al francés con el título de La
connaissance et l'etre. Esta otra tradición gnoseológico-metafísica no
opone radicalmente el sujeto cognoscente al objeto conocido sino que
afirma la fundamental unidad de lo real. El sujeto no confronta exteriormente al ser. El conocimiento no es una apropiación querealiza
el sujeto respecto de una realidad ajena a su esfera propia. En esta
segunda línea la fundamental unidad del ser tiene jerarquías. Cada
hombre está en el ser, está en alguno de los peldaños de la única realidad. El conocimiento no es sino un modo de ser qpie admite grados.
Aunque no es prudente emprender aquí un estudio de los orígenes
históricos de esta diferencia de concepción, acasopodamos permitirnos insinuar sus probables motivos. La primera dirección establece
las bases ontológicas de su gnoseología con categorías provenientes de
las ciencias naturales. La ontología de Aristóteles a Kant —en la linea
primeramente aludida— está penetrada de inspiraciones cosmológicas.
Así como se destaca con claridad el cuerpo del sujeto frente a los demás cuerpos del universo, o...
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