Realidad

Realidad

Había tomado el mismo autobús de siempre, y aunque efectivamente era la misma ruta, la unidad se veía un poco diferente, para empezar estaba relativamente vacía, en comparación con laregularidad numérica de pasajeros que no te permiten mover. En segundo lugar, este camión se veía particularmente viejo, como un modelo gastado y marchito que me recordó la primera vez que viaje en unautobús, las luces parpadeaban, los grises asientos estaban ya muy rotos y acabados, y aunque estaba ampliamente vacía esta unidad, todos los asientos estaban ocupados, todos menos los asientosamarillos que están predestinados para las personas con alguna discapacidad o para las personas mayores.
Mire a mi alrededor y al ver que nadie más que yo estaba de pie, baje mi maletín al suelo y medispuse a descansar en el lugar mencionado, pensando que tal vez si alguien lo necesitaba yo podía cederlo. Estaba muy cansado lo recuerdo bien, dejar por un segundo el pesado maletín en el suelo, y sobretodo descansar mi cuerpo en el asiento fue totalmente glorioso, saque de mi bolsillo mi reproductor de música y empecé a navegar entre decenas de canciones.
Cavilaba en ideas vagas e imprecisas, y decuando en cuando mis ojos se cerraban involuntariamente casi caigo víctima del somnoliento fantasma de la rutina, en esto y de pronto el autobús se detuvo y en la esquina de una cuadra un hombre sesubió. Aparentaba ser un indigente al principio y al ver todas las cosas que llevaba consigo sentí un poco de lastima, traía consigo, además de ropa sucia y vieja y con aroma extraño, una caja demadera forrada con cinta adhesiva, también un casco de motociclista color plata con una franja roja, y una enorme mochila abrazada a su espalda, pero quizá algo de lo más extraño de su silueta y supersona, era que de la bolsa principal de su mochila, se asomaba una pequeña cabeza de madera, lo cual llamo mucho mi atención, y después de una observación mas detenida, me di cuenta de que era uno de...