Realmente son de ayuda las compras ecológicas?
Alex Williams
New York, E.U; 12 julio 2007.- He aquí una visión popular para salvar al planeta: abandone en la mañana las suntuosas sábanas de fibra de cáñamo de su cama y póngase un par de pantalones Levi’s de algodón orgánico, de 245 dólares, y una camisa tejida biodegradable marca Armani.
Salga de su recámara y pasee por su enorme mansiónecológica, con sus paneles solares fotovoltaicos, y vaya a la cocina remodelada con madera recuperada. Entre a la cochera para tres automóviles, iluminada por focos fluorescentes y póngase tras el volante de su Lexus híbrido, de 104 mil dólares.
Maneje al aeropuerto, donde aborda un vuelo de 12 mil 875 kilómetros -con la precaución de haber comprado, de antemano, compensaciones para las emisiones decarbono- y pase una semana golpeando pelotas de golf, fabricadas de alimento compactado para pez, en un centro turístico ecológico en las Islas Maldivas.
Esa visión de una vida con conciencia ecológica, como una serie de decisiones sobre qué comprar, resulta atractiva para millones de consumidores y posiblemente define el movimiento ambientalista actual como preocupación por el planeta ydeclaración de moda, a partes iguales.
Unos 35 millones de estadounidenses compran, con regularidad, productos que afirman ser amigables con el planeta, de acuerdo a un reporte: todo, desde lápiz labial de cera de abeja orgánica de la selva tropical de Zambia occidental, hasta autos Prius de Toyota.
Dichas elecciones son consideradas a la moda, al tiempo que celebridades preocupadas por el calentamientoglobal aparecen en la portada del “ejemplar ecológico” de la revista Vanity Fair y que estrellas de pop, como Madonna y The Police, encabezan los conciertos Live Earth, realizados este 7 de julio en puntos alrededor del mundo.
Los consumidores han acogido la vida ecológica con los brazos abiertos y, en su mayoría, el movimiento ecologista tradicional ha acogido al consumismo ecológico. Sin embargo,incluso en este momento de suma visibilidad e impacto para los activistas que defienden el medio ambiente, un ala separatista del movimiento ha comenzado a criticar lo que en ocasiones llama “ecologistas light”.
Los críticos cuestionan la noción de que podemos evitar el calentamiento global al comprar los así llamados productos amigables con el planeta, desde ropa y automóviles, hasta casas yvacaciones, cuando el efecto acumulativo de nuestro consumo sigue siendo enorme y peligroso.
“En este momento, hay una mentalidad muy común, que sostiene que todo lo que vamos a tener que hacer para evitar que sobrevengan catástrofes planetarias a gran escala, es tomar decisiones de compra ligeramente diferentes”..
La verdadera solución es reducir significativamente nuestro consumo de productos yrecursos. No es suficiente construir una casa vacacional con madera reciclada; la forma real de reducir nuestra huella de carbono es tener solamente una casa.
Comprar un auto híbrido tampoco ayudará si es el ya mencionado Lexus, el modelo de lujo LS 600h L, que tiene un rendimiento de 9 kilómetros por litro en carretera; el Toyota Yaris (11 mil dólares) rinde 17 kilómetros por litro, con un motorestándar de gasolina.
El asunto de las compras ecológicas pone de manifiesto una división en el movimiento ambientalista: “el movimiento ambientalista tradicional de la abnegación, contra este bando de ganarte el cielo comprando cosas”, dijo Chip Giller, fundador de Grist.org, blog en línea sobre temas ambientales, que afirma contar con 800 mil lectores. “Entre los ecologistas tradicionales,existe preocupación de que gran parte de la población piense que hay una salida fácil”.
Las críticas han aparecido sin mucho aspaviento en algunas publicaciones ambientalistas y en la Red.
George Black, editor y columnista de On Earth, publicación trimestral del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, cuestionó hace poco la explosión de artículos ecológicos de lujo para el consumidor. Llamó...
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