Rebelion del Tocuyo contra Guipuzcoana
A pesar de la intervención de las autoridades civiles y eclesiásticas aconsejando a los sublevados el cumplimiento de la orden del gobernador, estos no escuchabanrazones. Por el contrario el paso siguiente que dieron los amotinados fue tomar las armas que estaban depositadas en el cuartel general de la ciudad y establecer su centro de operaciones en Guajirita, a 1 legua de El Tocuyo. Tenían prohibida la salida de cualquier persona hacia Caracas, vigilaban constantemente el movimiento de las autoridades y habían privado del gobierno a los tenientesjusticias mayores. En pocos días los hombres de armas llegaron a 2.000 entre indios, mestizos, mulatos, zambos y negros. El día 14, los notables de la ciudad informaron de la situación al gobernador, aclarándole que el movimiento había partido de la “plebe”. No obstante, esta explicación no convenció del todo a Zuloaga, pues era evidente la vinculación y simpatía que tenían los notables con lossublevados. Prueba de esto, es que al llegar a El Tocuyo el comerciante Juan Ignacio Álvarez Cienfuegos, hombre muy relacionado con la Compañía Guipuzcoana, y por tanto sospechoso de ser un juez comisionado enviado por el gobernador, la gente más influyente de la ciudad se reunió en la residencia de González de Yépez y acordó expulsarlo.
Tras su expulsión, Álvarez Cienfuegos informó de lo ocurrido algobernador, señalándole la clara participación de los capitulares y de otros vecinos en el motín, a pesar de que figuraran como cabecillas gente del común: Pedro de la Cruz, un mulato de más de 50 años, acompañado por sus hijos y sobrinos; Onofre y su hermano “jamuguero”, también con sus hijos; Gregorio Rodríguez, un “mulato zapatero” de 55 años; José Ignacio de Silva, un mestizo; José Nicolás deLucena, teniente de caballería e infantería, entre otros. Dadas la magnitud de la rebelión y la diversidad de grupos participantes en la misma, la situación estuvo fuera del control de las autoridades por varios meses. En tal sentido, todavía para el 22 de diciembre de ese año, el gobernador informaba al rey de los hechos, explicándole que no había intervenido ni pacífica ni violentamente, primero...
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