Recluta a amigos
El aborto es uno de los espejos m£s n■tidos y universales de la condicin humana: sus mltiples caras reflejan con crudeza los avatares de quienes los sufren y las ideasde quienes los observan. "Herido de realidad y en busca de realidad", dec■a el poeta Paul Celan. "Herida por la realidad y asfixiada por la realidad" debe ser el lema de muchas mujeres en muchaspartes del mundo y durante muchos aos si no es que siempre. Qu← debe y que puede decirse hoy acerca del aborto?
A partir de una vieja idea que asevera que el aborto regresa a la mujer a su condicin demujer, armo un rompecabezas. Cavilo en lo que escribi una mujer en Zambia: "Debido a que era portadora del virus de inmunodeficiencia humana no me permitieron parir en el hospital. Tuve que parir encasa". Pienso: la t←trada mujer, ser VIH positiva, embarazo y pobreza es p←sima combinacin y signo ominoso de nuestros tiempos.
Recuerdo el comentario de una paciente: "Para muchas mujeres, lastrabas, los silencios y las dobles morales en torno al aborto son razones fundamentales para vindicar la condicin de la mujer". Me digo: quienes abortan "fuera de la ley" confrontan incontables rinconesde la sociedad, de los sistemas de salud, de la nocin de pareja, de la moral religiosa. El aborto pone a prueba el edificio ←tico de la sociedad.
Leo algunos datos: en Latinoam←rica la proporcin demuertes por aborto inseguro es extremadamente alta: 24 por ciento. Cada ao fallecen en el mundo aproximadamente 70 mil mujeres por abortos efectuados en malas condiciones e innumerables mujeresquedan con lesiones residuales el resto de su vida (cuando el procedimiento se realiza en instituciones sanitarias la mortalidad es cercana a cero). En Uruguay, 48 por ciento de las muertes maternas seatribuyen al aborto practicado en condiciones de riesgo. En M←xico, 40 por ciento de los embarazos son no deseados, 17 por ciento terminan en abortos inducidos y 23 por ciento en nacimientos no...
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