Reconstruirse o reinvetarse
En este momento, que ya tomado la decisión de salirnos del rebaño y hacer algo distinto por cambiar nuestros resultados, nosencontramos con dos caminos que a simple vistas pueden confundirte.
Podemos reconstruirnos o… ¡Reinventarnos!
¿Entiendes la diferencia?
Detrás de la primerapuerta, la de reconstruirnos, tenemos un trabajo muy duro en el que nos vemos a nosotros mismso recogiendo las piezas de nuestro puzzle, que han quedado esparcidas portodo el suelo cuando alguien, por descuido, ha abierto una gran ventana en pleno huracán mientras teníamos la sensación de que dominábamos el juego. El perímetrode nuestra gran imagen estaba completo, y eran mayoría las piezas que ya estaban ubicadas en su sitio, dejando claros indicios de dónde ubicar las nuevas. Cosa que,por regocijo personal y onanista, íbamos haciendo muy poco a poco hasta que ocurrió el desastre.
Este proceso es lento, doloroso y frustrante.
Porque cadapieza que intentamos ubicar nuevamente en su sitio, nos recuerda lo cerca que estábamos antes de acabar.
Además, se trata de un juego viejo, jugado de nuevo. Pero estono nos alienta, entre otras razones, porque ya conocemos un posi- ble final de este juego.
En cambio, por otro lado, tenemos delante nuestro la posibilidad deReinvetarnos.
Esto representa un nuevo reto, un nuevo juego, donde todo lo que hemos hecho antes nos sirve para emprender el viaje, pero nos proponen resultados muydiversos, acordes a nuestras habilidades y nuestro empeño en el nuevo desarrollo.
Cada pieza, de repente, es una pieza nueva, de un nuevo puzzle.
¿Te atreves a jugar?
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