RECOPILACIÓN DE POESÍAS POESIAS
Llevaba en la cabeza una lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte:
¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!
Porque no apetecía más compañía que su pensamiento
que alegre le ofrecía inocentes ideas de contento,
marchaba sola la feliz lechera
y decía entre sí de esta manera:
“Esta lechevendida,
en limpio me dará tanto dinero
y con esta partida
un canasto de huevos comprar quiero
para sacar cien pollos que al estío
me rodeen cantando el pío pío.
Del importe logrado de tanto pollo mercaré un cochino,
con bellota, salvado, berza y castaña;
engordará sin tino, tanto que pueda ser que yo consiga
ver cómo le arrastra la barriga.
Llevarélo al mercado, sacaré de él, sin duda, buendinero;
compraré de contado una robusta vaca y un ternero
que salte y corra toda la campiña
desde el monte cercano a la cabaña”.
Con este pensamiento, enajenada, brinca
de manera que a su salto violento, el cántaro cayó.
¡Pobre lechera! ¡Qué compasión!
¡Adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero!
¡Oh, loca fantasía, qué palabras fabricas en el viento,
modera tu alegría, nosea que saltando de contento
al contemplar dichoso tu mudanza,
quiebre tu cantarillo la esperanza!
No seas ambicioso de mejor o más próspera fortuna,
que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro,
mira que ni el presente está seguro.
REIR LLORANDO
Viendo a Garrik,
actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
“Eres el más gracioso dela tierra,
y el más feliz...”,
y el cómico reía.
Víctimas del spleen,
los altos lores
en sus noches más negras y pesadas
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez ante un médico famoso
llegóse un hombre de mirar sombrío.
“Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni misuerte,
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión la de la muerte.
-Viajad y os distraeréis.
-¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
-¡Si soy amado!
-Un título adquirid.
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizás?
-¡Tengo riquezas!
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!
-¿Qué tenéis de familia?
-Mis tristezas.
-¿Vais a los cementerios?-Mucho... mucho.
-¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos
y les llamo a los vivos mis verdugos.
-Me deja –agrega el médico- perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros:
Tomad hoy por receta este consejo:
Sólo viendo a Garrik podréis curaros.
-¿A Garrik?
-Sí, a Garrik. La más remisa y austera sociedad
le busca ansiosa. Todoaquel que le ve muere de risa,
tiene una gracia artística, asombrosa.
-¿Y a mí me hará reír?
-¡Ah!, sí, os lo juro.
Él, sí, nada más que él;
Más... ¿qué os inquieta?
-Así, -dijo el enfermo-
no me curo: ¡Yo soy Garrik!...
cambiadme la receta.
¡Cuántos hay que cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántasveces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también allorar con carcajadas.
EL RENACUAJO PASEADOR (Rafael Pombo)
El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
salió esta mañana muy tieso y muy majo,
con pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.
"¡Muchacho, no salgas!", le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino,
y le dijo: "¡Amigo, venga usted conmigo,
visitemos juntos a doña...
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