Recreación en ciudad de la habana

Cultura
La cubanía nunca será negociable

Las opciones recreativas musicales en la Ciudad de La Habana, son hoy, por el valor de su acceso, la gran utopía del público capitalino

por Lázaro Manuel Alonso Castro, estudiante de Periodismo

La Habana, según poetas y prosistas del siglo XIX, era la ciudad más colorida de Latinoamérica por su amplia vida nocturna. Dentro de l a centuria, losaños 50 fueron los que sirvieron de colofón al amplio movimiento cultural que se gestaba desde décadas anteriores: emergieron y se consolidaron los conjuntos, el movimiento del feeling ganó millones de adeptos, se impuso definitivamente el mambo, surgió el chachachá y proliferaron los jazzband, al tiempo que nacieron, para marcar un hito en la historia musical cubana, las orquestas América,Aragón y Fajardo y sus Estrellas.
Posterior al triunfo de enero de 1959, surgieron nuevos ritmos y agrupaciones, mientras que las orquestas Aragón, Enrique Jorrín, Benny Moré y Roberto Fazz concluyeron su consagración en el panorama cultural cubano.
Sobrevino un período en el cual diversos organismos estatales y salas de teatro presentaban conciertos o recitales. La música popular bailable ganóun espacio en sitios como el Salón Rosado de La Tropical o La Vereda, y no era difícil encontrar en plazas, parques y círculos sociales, a cientos de jóvenes y adultos “guarachar” al ritmo de una buena pieza de salsa.
Y en un abrir y cerrar de ojos, como se dice en buen criollo, a La Habana se le perdieron sus bríos. El gran pentagrama donde se escribe la historia musical de la Villa de SanCristóbal, como la llamaron los conquistadores, comenzó a perder su Do Re Mi, y al público capitalino le tomó por sorpresa la escasez de opciones recreativas con que cuenta hoy, a 50 años de haberse plasmado como una de las premisas fundamentales de la Revolución el enriquecimiento cultural del pueblo cubano.
Los abuelos pierden sus ritmos
La empresa Ignacio Piñeiro es un centro de músicapopular y tradicional, cuya misión es rescatar, promover y comercializar los valores antológicos de la canción cubana. Su catálogo incluye solistas, dúos, tríos, cuartetos, septetos y agrupaciones de gran formato, entre las que destacan la Orquesta Aragón, Estrellas Cubanas y el Conjunto Chapotín.
“En ocasiones, las Casas de Cultura contratan a agrupaciones de nuestro elenco; pero como lamúsica que cultivamos pertenece, generalmente, al género tradicional, nuestros artistas no son muy acogidos por el público capitalino, por lo que se hace difícil su presentación en esos lugares”, explica Osvaldo Escobar Monje, subdirector de programación de la Piñeiro.
La gran “salida” para los artistas de la Empresa han sido, entre otras alternativas, las presentaciones para personas de latercera edad: “Tenemos peñas para ancianos en el municipio Cerro, Playa y 10 de Octubre. También actuamos en hogares maternos, centros hospitalarios y damos conciertos en las prisiones”, agrega Escobar Monje.
Si bien es cierto que al público joven no le interesa la música tradicional, también lo es que en los últimos tiempos Cuba se ha convertido en una gran industria importadora de modelosculturales foráneos, razón por la cual los muchachos se sienten deslumbrados ante las “maravillas” de las sonoridades internacionales.
“Desde hace un tiempo el gran problema radica en los medios de difusión porque no están haciendo una programación balanceada. Estamos importando patrones musicales de otras naciones y nosotros no somos soviéticos, ni búlgaros y mucho menos norteamericanos. Lamúsica extranjera prima en la radio y la televisión y eso no ocurría antes”, asevera Arnoldo Pérez Dueñas, solista del catálogo de la empresa Adolfo Guzmán.
“¡Qué me va a interesar el danzón, el Mozambique o el Zucu Zucu! Yo prefiero el reguetón, eso es lo que está de moda. Si cuando yo voy a las Casas de la Música o a las discotecas ponen ese tipo de música, me voy. Eso es para los viejos,...