Recuerdo ese d a como si fuese ayer
Me sentía tan sola a su lado, tan desesperada por sentirme querida. Fue por esoque le fui infiel. Había encontrado a alguien que de verdad me quería.
Mi relación con mi marido se basaba en discusiones, todo el tiempo discutíamos sin ninguna razón
¿Cuándo entenderás que detesto quete vayas de la casa sin avisarme? – Dijo mi esposo extremadamente furioso por lo que había hecho. – Te dije un millón de veces que tengo que estar completamente al tanto de lo que hagas.
Yo, cansadade siempre lo mismo, le respondí:
Soy una mujer adulta y puedo hacer lo que quiera y cuando quiera.
Pero él, aún más enojado, contraatacó:
No mientras convivamos en la misma casa. Acá se hace lo queyo diga y lo que yo quiera.
Ya no sabía qué hacer, no quería vivir más con ese hombre.
Pero la gota que rebalsó el vaso fue cuando estuvo a punto de golpearme. Estábamos discutiendo sobre como éltenía que tratar al mayordomo, ya que lo hacía de mala manera lo cual a mi me molestaba, pero, él decía que trataba al mayordomo como el quería y como el hombre se lo merecía. Yo mencionaba que nadie semerece ser tratado de esa forma, y él de forma violenta me contestó diciendo que no le diga lo que tenía que hacer pero, harta de la situación, le empecé a gritar diciéndole que me respete. Noobstante, él hizo caso omiso y me agarró de las muñecas con intención de pegarme pero me zafé y traté de huir.
Estaba lejos de mi casa, pensando en lo que podía hacer para ser libre de una buena vez.Pensando en lo que podía hacer para poder estar con mi verdadero amor. Él era todo lo que yo quería, arriesgaría todo para poder tener una vida junto a él. Sus ojos azules como el mar iluminaban mi día y espor eso que lo necesitaba en mi vida.
Pensaba en lo sola que me sentía al lado de mi marido y en lo feliz que era al estar con mi amante. Y así fue como se me ocurrió la idea que podría cambiar...
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