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Sigo hablando diariamente con Alex, pero algo cambió a raíz de decirme que sabía donde vivía. Yo estoy más prudente con él. Ayer me dijo si me pasaba algo y volví a decirle que quería saber porque sabía mi dirección a lo que contesto que un amigo suyo era unconocido mío y por eso lo sabía, que no fuera paranoica. Eso me tranquilizó, aunque quizás sea porque tengo otras cosas en la cabeza por lo que estoy paranoica. Últimamente, en mi teléfono tengo llamadas en las que nadie me responde y eso me tiene preocupada. Se lo comenté a él y dijo que sería alguien de clase que está enamorado de mí. Pues no me hace gracia...me llaman a todas horas y al otro ladosolo se oye silencio.
Una de las tardes que hablaba con Alex, me dijo si quedábamos para vernos, ya que llevábamos mucho tiempo hablando, ya era hora de conocernos. Le dije que bueno y comencé a arreglarme. A los 10 minutos llamaron a la puerta, y yo creí que sería Susana, la vecina del 9º, ya que somos amigas. Pero al abrir la puerta, me encontré con un señor de unos 35 años. No lo conocía yle pregunté que quería. Me dijo que era Alex, y ante mi desconcierto...primero por su edad...y después por venir a mi casa sin invitarlo...aprovecho la ocasión para empujarme y entrar en mi casa. Yo grité y él me tapó la boca. Me llamó niñata y me dijo que sabía todo de mí...que gracias a mis fotos sabía mi dirección y muchas cosas más. Yo había contado mis costumbres...mis horarios... los de mispadres...había sido muy fácil contactar conmigo. El era mi amigo virtual, yo lo había aceptado. Y él había leído todo lo que poco a poco iba yo contando, y lo que no...Se lo conté yo después. El resto...me resulta muy doloroso. Me violó. Dos veces. Me amenazó con matar a mis padres si decía algo, y se marchó como si no hubiera pasado nada. Mi vida a partir de ese momento cambió. Cerré todas miscuentas y no volví a tocar el ordenador. Demasiado tarde. Avisaban por todas partes de lo que nos podía ocurrir, pero nunca piensas que te va a pasar a ti. Me volví una persona consumida por la ansiedad, triste y miedosa. Pensé en decírselo a mis padres, sé que hice mal en no hacerlo, las cosas no serían como son... pero aún sigo recibiendo llamadas de él, recordándome que sigue ahí...y que puede...
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