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Antecedentes históricos del amparo
Tres factores, tan distintos entre sí como iguales en importancia, estimularon y dieron origen al juicio de amparo y dejaron, como es fácil suponer, hondas huellas en su estructura jurídica, que se advierten con una simple observación de conjunto de los elementos esenciales del amparo, en los que, ya como deficiencias del juicio, bien como sus cualidades, lainfluencia de uno u otro de dichos factores, al resaltar, como elemento característico, da al juicio una fisonomía especial que lo individualiza y hace en todo diverso de cualquiera otro sistema que se haya organizado con los fines del amparo mexicano.
El irresistible influjo de la organización política de los Estados Unidos, que para la época de nuestra independencia había tomado ya sólidoprestigio tanto en Su aspecto general como en que se refiere a organización de los tribunales y a supremacía de la Constitución, esto último como consecuencia de la obra de Marshall, ya casi terminada; la exaltación del individualismo, producto de la Revolución Francesa, concreta y solemnemente expuesto en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789; y la caótica situación en queMéxico vivió las primeras décadas de su vida independiente, agudizada en cuanto a las personas por las continuas extorsiones, atropellos y ningún respeto a los más elementales derechos, con que se caracterizó e! gobierno de Santa Anna, son, indudablemente, corrientes sociológicas qué a la vez que hicieron factible el nacimiento del juicio de amparo, imprimieron en él sus características, dándole asíorigen.
Como por la naturaleza de este trabajo, de orden procesal jurídico-político, debo concretarme concisamente a los antecedentes inmediatos del juicio y referirme, por tanto, a los que hacen surgir a partir de la actuación de Otero, cabe hacer notar que esto de ninguna manera implica una negación de sus orígenes remotos que en forma tan atinada en cuanto a su evolución histórica, queparte de las más lejanas épocas de Inglaterra, relata el Licenciado Rabasa " llevándonos, casi de la mano, a presenciar el advenimiento de la supremacía judicial en Inglaterra y en Estados Unidos, con la formación del common law, primero, con la admisión de la Carta Magna por el Rey Juan posteriormente y con todo el proceso de pugna entre la justicia apoyada en la "ley de la tierra" por una parte y e!poder por la otra, en la que se destacan figuras de! Relieve y patriotismo de Bracton, Coke y Marshall.
Fué en 1842 cuando Otero -influído extralógicamente por las ideas norteamericanas y por el individualismo preponderante, y urgido, no ya en forma extralógica, sino de manera muy lógica y dolorosa por cierto, por "los frecuentes ataques de los Poderes de los Estados y Federación a losparticulares "como reza el Acta de Reformas de 1847 ',-externó la primera tendencia a la institución de un juicio eminentemente político que depurado y modificado por los constituyentes de 1857, con ligeras variantes, constituye nuestro juicio de amparo.
No debe, sin embargo, pasarse inadvertida la labor, altamente meritoria de Don Manuel Crescencío.Rejón, quien inspirado, al igual que Otero, en las ideasde Tocqueville, elaboró a fines de 1840 un proyecto de Constitución para el Estado de Yucatán, en e! que por primera vez se hace uso de la expresión "amparar", que indica e! fin substancial de nuestro actual juicio de garantías. En dicho proyecto s~ organiza el Poder Judicial del Estado en una Suprema. Corte, de Justicia y juzgados inferiores y a aquélla, en pleno, entre otras facultades, se leda la de "amparar en e! goce de sus derechos a los que le pidan su protección contra las leyes y decretos de la Legislatura que sean contrarios a la Constitución o contra las providencias de! Gobernador o Ejecutivo reunido, cuando en ellas se hubiere infringido el Código Fundamental o las leyes, limitándose en ambos casos a reparar el agravio en la parte en que éstas o la Constitución hubiesen...