Refexion

(Comentario a la novela El Perfume, Patric Süsking, Alemán)

Desde el punto de vista Cartesiano, dios creó dos substancias: una subjetiva pensante y otra objetiva material, es decir alma y cuerpo. El ser humano, como criatura de dios, según la creencia de la época Cartesiana (S. XVII) y como buenos herederos del pensamiento Socrático, aún prevaleciente hasta nuestros días, consiste en la fusiónfuncional, pero imperfecta, debido al estigma el pecado original, de estas dos disimiles y la vez complementarias substancias. Descartes un hombre muy inteligente, de formación jesuítica, por cierto un excelente pensador, fue uno de los precursores a la “era de las luces”(S. XVIII); Tanto es así que revoluciono la filosofía de su época, y sentó las bases de lo que hoy conocemos como la filosofíamoderna. Es natural que en esa situación de precursor de una nueva forma de ver, entiéndase comprender, el mundo, no podía escapar por completo a las influencias del escolasticismo. Para Descartes (1596-1650), el hombre es un ser dual perfectamente constituido y dividido a la vez en alma (pensamiento) y cuerpo (materia), la esencia del ser es el alma, de ahí su propuesta de pienso, luego existo;por qué para él, el alma es primero, luego el cuerpo. Si aceptamos que el alma es la esencia del ser humano y si imaginamos que la esencia del ser humano es su alma perfumada, es decir su modo de pensar, es decir su modo de existir, entonces comprenderíamos quizás el gran conflicto existencial por el que se ve atormentado Jaén Bastipte Grenouille, al ser capaz de manera tan contradictoria dereconocer y memorizar cualquier olor o hedor que exista sobre la tierra, pero al mismo tiempo es completamente incapaz, como negación de su propia existencia, de olfatearse a si mismo. Se trata de un ser sin olor, sin esencia, ¿O será que no es su tan delicada nariz la que le falla? ¿No será que por carecer de esencia, es decir de alma, sencillamente no es un ser humano? Como leímos Jean Bastiste, es unser pensante, es decir un ser poseedor de ánima, pero a la vez es un ser sin esencia, es decir sin alma; un ser sufrido y cruel, un frio asesino de doncellas, camuflado a la vez como un bello ángel ungido en su esencia máxima. Entonces, ¿A un ser sin alma, se le puede llamar humano, aunque lo parezca? Y si el alma o sea la parte pensante según Descartes, está ahí, como bien lo demuestra JeanBastiste G. y funciona como pensamiento, pero no se manifiesta como esencia, ¿Es acaso esto, un caso de posición demoníaca?, ¿O sencillamente se trata de un eslabón evolutivo más en el desarrollo humano, en el que se fundió, como uno solo, de manera incomprendida cuerpo y alma, transformándose en materia autónoma, que existe y luego piensa? Para esta lectura el anzuelo editorial con que se noscomienza a capturar, es con el complemento del titulo: La historia de un asesino, es el gancho que desde las primeras páginas de esta novela nos engarza, consistente en comparar al asesino ficticio, que es el personaje principal de esta historia, con otros famosos asesinos que en realidad existieron en épocas pasadas. Esta comparación y supuesta existencia real de este asesino en serie, le da la clave allector para volverse cómplice en el desarrollo de la trama de esta novela, que bien podría ser catalogada como fantástica. Jean Bastispte Grenouille(1738-1767), nace casi a mediados del siglo XVIII, en Paris, capital del mundo de esa época, su llegada a este mundo es en el infierno de la miseria, en el seno de la inmundicia, puesto que nace en el lugar mas insalubre de Paris y d e una madretísica y sifilítica. Son los convulsionados tiempos previos a la Revolución Francesa, la hediondez y la corrupción es el aire que se respira, en una sociedad en donde los cazadores de microbios, estaban todavía a años luz de ganarle la batalla al universo invisible de las bacterias. Aquella sociedad putrefacta y decadente estaba ya siendo iluminada por vientos de transformación, debido al trabajo de...